Andreu Martín. Cómo escribo novela negra

Categoría (Consejos para escritores, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 14-09-2018

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Andreu Martín Farrero (Barcelona, 1949) está considerado como uno de los maestros de la novela negra española. Es licenciado en psicología, pero nunca ejerció como tal. A finales de los sesenta, inició su carrera literaria redactando guiones para los tebeos españoles y escribiendo artículos para las revistas de la época. En 1979, sacó a la luz su primera novela negra, Aprende y calla; un año después, Prótesis, que obtuvo el Premio Círculo del Crimen, y que posteriormente fue llevada al cine por Vicente Aranda con el título Fanny Pelopaja (1984). A partir de esa fecha, Andreu Martín ha alternado su actividad como creador de historietas para un público juvenil, con la de guionista de cine y, sobre todo, con la de escritor de novela negra, modalidad esta que le ha dado la fama.

En 2017, publicó Cómo escribo novela policiaca (Pagés editors, en catalán y Editorial Alba, en castellano), un ensayo sobre los secretos del género, un repaso a su historia y a sus protagonistas. El libro ofrece además una serie de recomendaciones para aquellos autores que quieran iniciarse en la especialidad, así como un apéndice con algunos consejos de escritores tan clásicos como S. S. Van Dine, Raymond Chandler, Ronald Knox, Elmore Leonard, Chesterton y P. D. James.

De este libro, Griselda Oliver i Alabau extrajo 10 consejos a los jóvenes escritores de novela negra, en un artículo que fue publicado el 1 de febrero de 2017 en su blog “El libelista” y que presentamos a continuación:

1.- El elemento más importante de esta tarea, para mí, siempre será la historia que se tiene que contar, como dejaré bien claro a lo largo de este libro, aunque no puedo negar que la atención del lector solo se puede captar, en primera instancia, a partir de la forma.
2.- El estilo, la manera de relatar una historia, la forma que le damos, tiene tanta importancia como la voz, como el timbre, la impostación, la pronunciación, la capacidad de seducción del orador o del rapsoda. Sin embargo, para mí, lo que realmente acaba capturando y apasionando al lector no es cómo se dice sino qué se dice.
3.- La esencia de toda novela policíaca reside en el hecho de que alguien viola la ley, principalmente la más transcendental de las leyes, la que dice que no matarás.
4.- En toda buena novela, hay acción. Jardiel Poncela aseguraba que tiene que haber acción trepidante hasta en el monólogo de un tetrapléjico y puntualizaba que no debemos confundir la acción con el ajetreo. Tal y como decía Patricia Highsmith, “en las novelas de suspenso la acción tenderá a ser más violenta”.
5.- El ingenio es el elemento más seductor de la novela policíaca. Hay ingenio en las tramas, como mecanismos de relojería, donde todas las ruedas encajan a la perfección y hacen avanzar el engranaje de sorpresa en sorpresa.
6.- En el proceso de escritura, un secreto es un tesoro. Es la solución del enigma, es la curiosidad del lector que sabe que lo sabemos y está deseando que se lo expliquemos y va devorando páginas, entregándonos toda su atención y devoción, el anhelo más ferviente de todo narrador. Como decía Raymond Chandler, “el relato es la aventura de este hombre en busca de una verdad oculta”.
7.- El subtexto (es decir, el análisis o crítica social) está tanto si el autor quiere dedicarle su atención como si no. Siempre se puede leer entre líneas e ir más allá, en la obra más ambiciosa y en la más trivial, y el lector que disfrute más de una lectura será aquel que sepa buscar y encontrar esos tesoros ocultos.
8.- “Las novelas de misterio tienen que estar escritas con un aire de distanciamiento; si no, nadie, excepto un psicópata, las querría escribir o leer”, escribe Raymond Chandler. La novela negra tiene que buscar el distanciamiento a través del humor o el cinismo. Jugar a escandalizar, a materializar los temores en historias de ficción, a ponerse del lado de los transgresores.
9.- “El Macguffin es una curva, un truco, una complicidad”, apuntaba Hitchcock. El Macguffin es la excusa para que nuestros personajes entren en acción. ¿Por qué persiguen al protagonista, por qué lo quieren matar, por qué se pelean o mienten los unos a los otros? Por el Macguffin: porque alguien quiere robar unos papeles, unos documentos, un secreto; porque alguien sabe algo que no tiene que saber, porque alguien hizo una foto indiscreta, nada, algo breve de contar, vacío, una minucia.
10.- La escritura de una novela —¿hay que decirlo?— es un proceso inteligente al margen de la transcendencia que quiera otorgarle el autor.

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