Yo: La sílaba superflua que siempre tenemos en la boca. (Rafael Argullol)
Inclasificable, difícil de delimitar, de definir, con varias denominaciones y, actualmente, en auge; esta es la carta de presentación del aforismo.
El aforismo no es breve, es inconmensurable. (José Bergamín)
Esta aparente paradoja supone que un aforismo no se puede medir por sus pocas palabras, sino por el alcance y la capacidad de formulación que posee para abrir significaciones.
No olvidéis que es tan fácil quitarle a un maestro la batuta como difícil dirigir con ella la Quinta Sinfonía de Beethoven. (Antonio Machado)
“Basta repasar la “extensión” del término para comprobar que aforismo se emplea, por lo general, de una manera imprecisa y borrosa. A veces se aplica a fórmulas lingüísticas muy breves, que no van más allá de una frase corta y escueta, y otras veces se utiliza para referirse a un discurso fragmentario, pero mucho más elaborado y complejo que no renuncia por completo a la argumentación y que puede llegar a ocupar varios párrafos de mediana extensión”. Así se expresa uno de los imprescindibles: el profesor de literatura española José Ramón González. Read the rest of this entry »
Me parece infinitamente más interesante leer para entender
lo que los libros quieren decir, no lo que yo quiero que digan.
Irene Vallejo
La sensibilidad está a flor de piel y protegerla se ha convertido hoy en una prioridad, hasta el punto de crear una figura para que se encargue de ello, como es por ejemplo la del coordinador de escenas de intimidad, en el séptimo arte, o la del lector de sensibilidad, en el campo de la literatura. Este lector —antiguo corrector de textos reciclado— es el que nos interesa especialmente porque desde hace ya algún tiempo se ha propuesto el sublime fin de que todos podamos disfrutar de las obras literarias sin sentirnos ofendidos en ningún momento. Y aquí es donde queríamos llegar, porque se ha organizado un gran revuelo mediático con la reescritura de las obras de Roald Dahl (1916-1990). A decir verdad, no es algo tan nuevo; ya pasó hace tiempo con Los cinco de Enid Blyton, Pipi Calzaslargas de Astrid Lindgren y Las aventuras de Tintín de Hergé.
El administrador de los derechos de autor de Dahl —The Roald Dahl Story Company— ha justificado la revisión y modificación que se está llevando a cabo desde 2020, afirmando que querían asegurarse de que todos los niños siguieran disfrutando las maravillosas historias y personajes de Dahl. Los encargados de esta limpieza son un grupo de lectores del colectivo Inclusive Minds supervisado por la editorial Puffin Books, una división de Penguin Random House. Y como aviso de lo que vamos a encontrar en las ediciones actuales de sus libros han decidido incluir este mensaje: Las palabras importan. Las maravillosas palabras de Roald Dahl pueden transportarte a mundos diferentes y presentarte a los personajes más maravillosos. Este libro fue escrito hace muchos años, por lo que revisamos periódicamente el lenguaje para asegurarnos de que todos puedan seguir disfrutándolo hoy en día. Read the rest of this entry »
Modesto, contradictorio, inteligente y observador, no desnudaba sus sentimientos salvo en poemas o cartas. Así era George Orwell (1903-1950). Artículos, ensayos, reseñas… le ayudaron a “vivir” de su escritura, pero la duda de si seguir escribiendo porque no le “compensaba” ni económicamente ni en términos de reputación le persiguió sin cesar. Y así nos lo han dado a conocer Christopher Hitchens en Por qué es importante Orwell (2002) y Michael Shelden en Orwell, biografía autorizada (1993).
En la escuela se le había hecho creer que era uno de los débiles y que hiciera lo que hiciese nunca sería un triunfador. Una parte de él quería aceptar la idea de que estaba condenado a ser un fracasado y que el éxito no valía la pena, pero otra parte, batallaba por demostrar al mundo que podía triunfar. Siempre insistió en que, si lo encontraba, sería el éxito quien tendría que aceptar sus condiciones y no al revés. Y así fue al final.
A toda costa, deseaba vivir según sus propias reglas, desdeñando las ideas tradicionales de comodidad y progreso; por eso se ganó la vida a su manera. Aprendió por su cuenta y se convirtió en un gran humanista. Valoraba tanto la libertad como la igualdad, aunque creía que no eran aliadas naturales. Read the rest of this entry »
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“Los momentos de libertad creativa son para mí los más gozosos de la escritura de un libro porque me permito algo que no me espero de mí, que no se espera de la lengua”.
El día en que conocí a Jesús Carrasco amaneció lluvioso. Las órdenes eran esperar en la casa de cultura de Okendo hasta que llegara. Nuestro punto de encuentro iba a ser el despacho anexo a la sala dedicada al Almirante Okendo, ese insigne marino que participó en multitud de combates navales cuyo éxito, según dice la historia, se debía a lo bien organizados que estaban sus buques y a la férrea disciplina que en ellos imperaba.
Mientras miraba el sirimiri desde una de las ventanas de una casa con tanta solera y pisaba un suelo de madera de más de 500 años, pensaba en las paradojas de la vida: iba a entrevistar al autor de Intemperie, una novela en la que el agua era un lujo inimaginable. Y justo entonces apareció. Su aspecto de soldado húsar —tez morena, profundos ojos negros y un bigote a lo Zapata— envolvía a un hombre contenido, pero muy agradable y dispuesto a disfrutar de la charla a la que había sido invitado por el festival Literaktum de San Sebastián, cuyo objetivo es crear un diálogo de la literatura con otras disciplinas y en conexión con los debates de su tiempo. Read the rest of this entry »
Comencemos por saber de qué hablamos. Según la RAE, quiere decir: Literatura cuyo objeto es la propia literatura. Y todo porque su prefijo meta– significa “junto a”, “después de”, “entre”, “con” o “acerca de”. Por lo tanto, usamos este término para aludir a los textos literarios que hablan acerca de la literatura.
Hay novelas en las que encontramos personajes cuyas reflexiones están relacionadas con la escritura o la lectura. Bien porque escriben o les gustaría dedicarse a ello, bien porque leen para sí o para los demás. Lo que es indudable es que estas dos aficiones tienen mucho peso en la trama de estas obras. Tanto que incluso puede influir en el tema principal.
Alguien dice tu nombre (2014) es la novela por la que queremos comenzar. Su autor, Luis García Montero, nos presenta a un narrador protagonista, estudiante de Filosofía y letras, que empieza a trabajar durante el verano vendiendo enciclopedias; esto será motivo para que el autor se sirva de las palabras y juegue con ellas, hasta convertirlas en materia para llegar al comprador. El vender enciclopedias a través del poder evocador de las palabras resulta entrañable. Read the rest of this entry »
Georg Lukács (1885-1971) escribió Teoría de la novela en el invierno de 1914-1915, cuando Europa estaba inmersa en una funesta guerra y su alma comenzaba a sentir el vértigo de la revolución. Es una obra ambigua, con fuerte olor a clasicismo esencial y nostalgia helénica, concebida bajo la influencia de sus recientes estudios en Berlín y Heidelberg y a la sombra de sus maestros Windelband, Rickert, Dilthey, Husserl y Simmel, que le inculcaron el concepto de “totalidad”, fundamento último de todo su pensamiento.
Podríamos definir “totalidad” como la unidad de lo múltiple o la multiplicidad de lo uno. Es decir, “totalidad» viene a expresar esa armonía de los opuestos de que habló por primera vez Heráclito. Los momentos particulares no pueden ser absorbidos por la totalidad; ésta, por el contrario, se afirma y se realiza justamente en todos y cada uno de los momentos particulares. Este equilibrio, armonía y relación de lo uno a lo múltiple y viceversa, es esencial para entender la categoría heraclitiana de totalidad. Read the rest of this entry »
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…su príncipe ¿azul?, todavía (¡horror!), seguía ahí.
Con este guiño a Augusto Monterroso queremos tratar un tema que nos llama la atención: la cantidad de versiones de ese cuento de hadas que se han escrito y por qué precisamente de ese y no de otros, también muy conocidos. ¡Pero cuánto juego ha dado La bella durmiente, si hay hasta una enfermedad con ese nombre! (Síndrome de Kleine-Levin).
Estoy hasta el gorro de que todos cuenten la historia de mi vida, tan cansada que me echaría a dormir durante unos cientos de años más si no fuera porque antes quiero escribir este libro para aclarar ciertos aspectos y cobrar, si es posible, derechos de autor. Con esta retranca, comienza la versión tan actual de Lola Moral y Sergio García. Ana María Matute también quiso aportar su granito de arena y en El verdadero final de la Bella Durmiente nos deja claro el tono de su narración: “La Princesa nunca más sería tan cándida, ni el Príncipe tan Azul, ni los niños tan ignorantes e indefensos”. En otras ocasiones, podemos encontrar puntos de vista a partir del cual seguir la historia: ¿qué habría pasado si la Bella no se hubiera despertado?, ¿sería posible evitar que se cumpliera la tradición?... Read the rest of this entry »
Yo soy aquel que en la invención excede
a muchos; y al que falta en esta parte,
es fuerza que su fama falta quede.
(Viaje al Parnaso. Cap IV. Cervantes)
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Gracias a Cercas hemos sido conscientes de nuestro punto ciego en lo que a lo literario se refiere. Esto que ahora nos resulta tan claro llevaba tiempo rondándonos la cabeza, pero no podíamos ponerle nombre; nos referimos a la falta de fabulación o de ficción en la narrativa. La confluencia de varias casualidades nos ha llevado a esa conclusión.
Todo comenzó a tener sentido con la lectura de Centroeuropa de Vicente Luis Mora. Esta novela nos abrió los ojos igual que lo hizo su protagonista, Redo, cuando después de llegar a la Prusia del XIX, tras un largo viaje, descubre bajo tierra a un Varón, prusiano, soldado húsar y congelado. Solo con este arranque de la novela ya nos sumergimos en una narración profundamente ficticia. Esta afirmación puede sonar redundante, pero es el asunto que nos trae aquí. Aunque por el título y ese inicio pueda parecer una novela histórica, en cuanto nos sumergimos en ella descubrimos que si utiliza ciertos elementos reales de un pasado histórico, es solo con la intención de crear un interesante marco que le posibilite fabular. Read the rest of this entry »
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“Las biografías que se escriben sobre mí no me interesan para nada. Mis libros deberían bastar”. Se lo dijo a Frédérique Lebelley, la escritora que le propuso contar su vida y lo hizo en Marguerite Duras o el peso de una pluma. Fantástico y ameno libro que profundiza en todos los recovecos de su singular trayectoria vital. En el mercado existen varias biografías más que hemos consultado —Marguerite Duras de Laura Adler y Marguerite Duras: La pasión suspendida de Leopoldina Palotta— para intentar dar una visión lo más certera posible, aunque no es fácil: existen muchas contradicciones y fechas que no coinciden. Por eso Duras apelaba a “Lo que hay en los libros es más verdadero” y le parecía innecesario ahondar en la vida de los escritores que ella leía.
Este monstruo de las letras tiene la escritura como su lugar de residencia; en ella descansa el peso de las relaciones con su abrupta familia, de su soledad y de sus demonios. Incapaz de estar sin hacer nada, ha escrito de todo. En su larga vida ha sido fiel al alcohol e infiel a los hombres. Si no fuera escritora dice que sería puta. Read the rest of this entry »
Nunca se me ha ocurrido nada ni he podido hacer nada que sea más asombroso que la realidad. […] No hay una sola línea en ninguno de mis libros que no tenga su origen en un hecho real (Gabriel García Márquez)
Como hemos comentado en la primera parte de este tema, la mezcla de fantasía y realidad en la que se basa esta corriente narrativa surgió de una línea directa nacida también en Europa de la mano de narradores como Kafka. Y es en esa línea donde hay que entender el mundo del realismo mágico, mezclado con la indubitable diferenciación del mundo americano, tanto por su mezcla social como por su variada naturaleza y su complejidad política. Read the rest of this entry »