El cuento policiaco. Tercera parte
Categoría (Consejos para escritores, General, Taller literario) por Ana Merino y Ane Mayoz el 06-02-2019
Tags : credibilidad-novela-policiaca, detective-siempre-soltero, diálogos-petulantes-pretenciosos, Historia-convincente-solida, honesto-con-el-lector
Para cerrar el capítulo de este género, hemos escogido las recomendaciones de un maestro en la materia. He aquí los consejos de Raymond Chandler (1888-1959):
• Debe ser una novela con credibilidad, tanto en sus situaciones como en el desenlace; con acciones, personajes y circunstancias plausibles.
• Debe ser técnicamente solvente, sólida, tanto en el método de asesinar como en el de detección. Si el detective es un policía, debe proceder como si lo fuera y tener la mentalidad y el físico de uno de ellos.
• Hay que ser muy honesto con el lector, algo que siempre se dice, pero no siempre se hace. Los hechos importantes no hay que ocultarlos; tampoco hay que distorsionarlos con falsos énfasis. Y los hechos irrelevantes no deben ser proyectados como si lo fueran para engañar al lector.
• Debe ser realista, tanto en los personajes, como en escenarios y atmósferas. Debe tratarse de gente real en un mundo real.
• Debe haber una historia convincente y sólida, aparte de los elementos policiacos. La investigación en sí misma debe ser una aventura digna de ser leída.
• Debe haber conflictos físicos, éticos o emocionales, y solo algunos elementos de peligro en el más amplio sentido de la palabra.
• El desenlace ideal es aquel en el cual todo se revela y explica en un momento de la acción. La explicación debe ser no demasiado breve y sí interesante en sí misma.
• La solución debe verse inevitable una vez revelada. Hay que hacer que el lector no se sienta trampeado ni loco, o en todo caso que sienta que el engaño es honorable.
• No hay que hacer todo a la vez. Si se trata de una obra de enigma, no puede también incluirse una aventura violenta ni un apasionado romance.
• Los asuntos amorosos siempre debilitan una novela de misterio. Interesa el asunto amoroso que complica el problema porque agrega dudas al detective. Un verdadero buen detective nunca se casa; él ha perdido las esperanzas y eso es parte de su encanto.
• El héroe de las historias policíacas es el detective. Todo hace a su personalidad. Si tu detective no tiene personalidad, has creado uno muy pequeño.
• El criminal nunca puede ser el detective. Este, por tradición y definición, es el buscador de la verdad. Y es una amplia garantía para el lector que el detective siempre esté en su lugar.
• Debe penarse al criminal en un sentido o en otro, pero no necesariamente mediante la acción legal.
• Los diálogos petulantes y pretenciosos nunca son agudos.