El decálogo del escritor (uno más)

Para ser un buen escritor, es preciso leer mucho y escribir mucho. Así de sencillo. No hay más.

Cuenta Roberto Malo en un artículo publicado el pasado 22 de junio de 2109 en El Periódico de Aragón que un alumno (lector voraz e incipiente escritor) le preguntó en el instituto qué tenía que hacer para convertirse en escritor. Y él le respondió lo que dice siempre: leer mucho y escribir mucho. Así de sencillo. No hay más. Sin embargo, semejante respuesta no termina de colmar a la gente, ni ven en ella revelación alguna; por eso, el autor ser ha visto en la obligación de enumerar diez puntos sobre el tema, extendiendo un poco ese simple y banal razonamiento:

1.- Tener una viva imaginación. Si no tiene imaginación que se dedique a otra cosa.

2.- Leer todo tipo de obras. Incluso biografías y poesías si hace falta.

3.- Escribir bien, con precisión. No debe importarle retocar doscientas veces una frase.

4,- Tener sentido del humor. No sólo para escribir, sino también para lucirlo en las entrevistas.

5.- Tener paciencia, una paciencia infinita. El novelista es un corredor de fondo.

6.- Dormir, comer y copular regularmente. El novelista, por lo general, suele ser una persona con sus necesidades primarias.

7.- Ser disciplinado. El escritor puede parecer un vago (de hecho, lo es), pero no serlo descaradamente.

8.- Saber firmar ejemplares a toda velocidad. También se valorará el atractivo físico.

9.- Saber recibir las críticas positivas y negativas con olímpico desdén.

10.- Ser humilde y modesto según el nivel de ventas de su obra.

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