Estrategias narrativas. La visibilidad
Categoría (General, Taller literario) por Ana Merino y Ane Mayoz el 11-07-2016
Tags : despertar-curiosidad-lector, emoción-visibilidad, Escritura-visual, previsible-visible, producir-impresión-realidad
La visibilidad se consigue utilizando palabras concretas para describir detalles e imágenes con el fin de que se graben mejor en la retina del lector. El lado insospechado de los sucesos más corrientes, los gestos habituales, los objetos humildes… conforman esa escritura visual que permite captar y renovar la atención del lector.
A medida que el lector va leyendo un escrito, lo va viendo. Esos detalles peculiares, imprevistos, fuera de lo común, abren pequeñas intrigas en la historia, despiertan su curiosidad y crean en él la expectativa de conocer el resto. Cuanto más singulares y únicos son los detalles seleccionados, más autentica parecerá la historia y mejor transmitirá la impresión de realidad.
En el espacio de la ficción, lo previsible no es lo visible, como sucede en la vida real. Por eso, hay que evitar lo previsible, ya que lo previsible resta visibilidad a la narración. En “La práctica del relato” (Manual de estilo literario para narradores), Ángel Zapata ofrece un ejemplo que ilustra la proposición:
Imaginad que el protagonista de la novela que estamos escribiendo decide ponerse los zapatos para salir a la calle. Entra en su dormitorio, abre el armario, selecciona los que más le gustan y se los pone. Durante ese tiempo, es probable que la cama haya entrado en su campo visual, pero su cerebro no ha llegado a “procesar” su imagen, “no la ha visto”; ha dado por su supuesto que está ahí. Que la cama esté en el dormitorio es lo previsto, una información obvia que no me merece relatar.
Imaginad ahora la misma acción con una ligera variante: en el momento en que llega al dormitorio, hay un cocodrilo de dos metros roncando plácidamente en su cama. Encontrar un cocodrilo en la cama es un hecho del todo imprevisible que exige una explicación. Ahora sí que el autor ha de esforzarse para describir el escenario y conseguir que el lector perciba el suceso con la misma nitidez exacerbada que el protagonista y sienta el mismo sobresalto.
Una narración debe apoyarse, a cada paso, sobre detalles únicos y peculiares; es una estrategia de estilo inseparable del arte de contar. Los detalles consiguen individualizar el texto, personalizarlo; de ahí la importancia de esta técnica. Sin visibilidad no hay emoción y, allí donde no hay emoción, el lector no se implica en la historia.
Lo siento, pero no me ha ayudado mucho con mi trabajo de literatura. Si desapruebo, les mandaré la nota a ustedes.
Dediquense a otro tipo de blogs, besos 🙂
Me gustó la descripción,sucinta y clara, bueno el ejemplo