La cubierta de un libro

Categoría (Consejos para escritores, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 16-03-2020

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440.- La cubierta de un libro

La cubierta es la cara visible del libro y, por tanto, la que genera la primera impresión cuando está expuesto en una estantería. Por ese motivo, hay que procurar que sea llamativa. Si el autor no tiene recursos, habrá de apañárselas solo y, cuando menos, no cometer errores. A él va dirigido este artículo que publicó Mariana Eguaras en su blog el 25 de febrero de 2020, con el título Errores que deben evitarse en las cubiertas de los libros, del que hemos extraído una síntesis:

1.- Escribir los textos con faltas de ortografía. Algo inconcebible en la cubierta de un libro, pero que sucede de vez en cuando. Las más frecuentes son: ausencia de acentos, sobre todo en las mayúsculas, y abuso de ellas en las palabras del título.

2.- Títulos poco legibles. Si has escrito una novela, un poemario o un ensayo, sitúa el título en lugar visible y elige una tipografía de tamaño adecuado y lectura fácil. La letra ornamental puede ser atractiva, pero a veces difícil de leer. Y mejor que no sea demasiado largo.

3.- Varias tipografías diferentes. Dos fuentes tipográficas son más que suficientes para plasmar los textos de una cubierta. En la mayoría de los casos, basta con un solo tipo de letra.

4.- Imágenes de mala calidad. Las imágenes de mala calidad denotan pobreza y dejadez. Si no posees una buena, mejor elegir una de dominio público de calidad óptima, aunque no tenga relación con el argumento.

5.- Deformar las imágenes. Si has encontrado una imagen con el aspecto adecuado, no la maltrates: conserva las dimensiones originales y mantén la armonía del conjunto. No conviertas una imagen cuadrada en horizontal ni las estires en una sola dirección. Pero sí puedes seleccionar una parte o añadirle un cielo o un suelo.

6.- No contrastar las fuentes con el fondo. Si las letras van en color claro, el fondo debe ir en un color oscuro, o viceversa. Cuanto más claro es el fondo, más oscuras deben ser las palabras de la cubierta, o al revés. Procura que el fondo sea un uniforme: lo importante es que el título se pueda leer.

7.- Incluir varios recursos. Illustrator, Photoshop e InDesign e incluso Word incluyen múltiples efectos para perfeccionar una imagen: sombras, reflejos y biseles; filetes, trazos y contornos; rellenos y degradados. Los filtros, las texturas y relieves, los ornamentos y las formas disponibles ayudan al diseño, pero no hay que abusar de ellos.

8.- Desatender el ritmo o alineación de los elementos. Toda cubierta guarda un determinado orden; está dividida en partes y cada una de ellas alberga un elemento. Además del título, el nombre del autor y el logo de la editorial, se puede agregar algún subtítulo, un eslogan y hasta una pastilla promocional, siempre que se distribuyan con elegancia.

9.- No establecer una jerarquía. Los elementos añadidos han de respetar una jerarquía, no deben tener el mismo tamaño u ocupar el mismo espacio. Si el escritor es famoso, el rango de tamaños sería: autor, título y subtítulo. Por convención, el logo de la editorial siempre irá en tamaño pequeño.

10.- No respetar la zona de seguridad. Para que todos los elementos queden incluidos en la caja tipográfica de la cubierta, hay que respetar los márgenes de seguridad, para evitar el corte de la guillotina: basta con 10 mm entre los textos y los bordes.

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