La oración y sus partes. El verbo
Categoría (General, Taller literario) por Ana Merino y Ane Mayoz el 06-01-2018
Tags : Riqueza-lengua-castellana, textos-narrativos, tiempos-verbales
Todos sabéis que el hombre balbucea, brama, bufa, canta, canturrea, cuchichea, chista, dice, estornuda, ganguea, gime, grita, gruñe, habla, se lamenta, llama, murmulla, musita, se queja, refunfuña, resopla, rezonga, ruge, silba, solloza, tartamudea, tose, tararea, vocea, vocifera, etc. Pero quizá ignoráis otras muchas expresiones castellanas que le son propias. El hombre aspa, bisbisa, chirla, efunde, fablistanea, fresa, gargaliza, guaya, jalea, picotea, resalga, verraquea, zopilla…
Como se puede comprobar con esta pequeña muestra, el castellano es muy rico y tiene guardados muchos secretos que apenas si sospechamos.
En una frase, el tiempo verbal indica si la acción expresada por el verbo corresponde a una unidad de tiempo anterior, simultánea o posterior a aquélla en que se sitúa el hablante. Según esto hablamos de pretérito, presente y futuro.
El tiempo de la narración, por lo tanto, es un elemento importante a la hora de crear una historia. Combinando formas del presente, del pasado y del futuro en el mismo relato generamos un ritmo difícil de conseguir por otros medios y mantenemos interesado al lector y pendiente de la trama.
Recordemos los usos más generales de los tiempos verbales:
- El pretérito perfecto simple señala acciones acabadas que permiten el inicio de otras sucesivas (corrió).
- El pretérito imperfecto de indicativo (corría) posee un carácter de acción inacabada y continua.
- El presente de indicativo (corro), además de emplearse en la narración de hechos actuales, se utiliza para conseguir un mayor acercamiento de hechos sucedidos –o que pudieron haber ocurrido– siglos atrás (Presente histórico: En 1492 se descubre América).
Hace tiempo que se dejo de enseñar en el colegio bien, la narración, redacción, poesía. Y saber interpretar lo que los autores escribieron y que momentos estaban ocurriendo los hechos.