Literatura y cine. Tercera parte

Categoría (General, Taller literario) por Ana Merino y Ane Mayoz el 05-11-2020

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Dentro de la consonancia existente entre el género cinematográfico y el género literario, habíamos indicado la importancia del tiempo en ambos. Pues bien, añadimos al tema del tiempo su relación con la forma en la que se cuentan los hechos, es decir, el orden de la narración. Veamos distintos casos:

Temporalización lineal. Un relato lineal es aquel donde los acontecimientos se suceden cronológicamente según un antes y un después. Resulta la forma más elemental del discurso y, al no existir la manipulación del orden temporal, se exige a sí mismo cierta transparencia. Aquí lo vemos en el fragmento de la obra Las lanzas coloradas de Arturo Uslar Pietri:

Comenzó entonces la codicia de Fonta a ejercerse sobre las tierras de Arcedo. Primero le propuso comprarle una pequeña parte, a lo que Arcedo no accedió. Al poco tiempo, un mediodía cálido, se presentó Fonta con su hijo en la casa de don Carlos. Arcedo y su hija vieron entrar a los dos bárbaros y tomar asiento de una manera insolente. Manuel observaba a la delicada criatura con ojos hambrientos. El padre habló. Venía a proponerle el matrimonio de sus hijos. Don Carlos de Arcedo interpretó la demanda como una ofensa, no respondió una palabra y se retiró con su hija al interior de la casa. Desde ese día quedaron enemigos declarados.

Temporalización anacrónica. Se da una discordancia o anacronía entre el orden de sucesión en la historia y el orden de sucesión en el discurso. Las anacronías del texto literario son inequívocas por el empleo necesario de los tiempos verbales y de fórmulas de ubicación temporal. Por el contrario, en cine se utilizan distorsiones en la calidad de la imagen (paso del color al blanco y negro, imagen borrosa, modificaciones de vestido y maquillaje, cambio del actor por otro más joven o mayor para el mismo personaje…).  Distinguimos dos grandes tipos de anacronía:

Analepsis o retrospección. La que se produce desde la línea temporal predominante, o relato primario, hacia atrás en el tiempo (flash-back en la terminología cinematográfica). Se usa en el cine para designar a una o varias secuencias de carácter retrospectivo. Aplicado a la narrativa, esta técnica se da cuando se rompe el orden cronológico y lineal del relato para evocar hechos ocurridos en una época anterior al momento en que se encuentra la historia. Lo vemos en este fragmento de la novela de Aldous Huxley Contrapunto:

¡Oh! —exclamó casi en voz alta— ¿Cómo he podido proceder así?
Su propia conducta le producía a la vez asombro y repugnancia.
¿Pero, ¡si siquiera me dejara en paz! —continuó―. ¿Por qué no se avendrá a la razón?
Y una cólera débil y fútil estalló de nuevo en su interior.
Walter evocó la época en que sus deseos habían sido bien diferentes. En un tiempo había cifrado toda su ambición en que Marjorie no le dejase en paz. Él había alentado su devoción. Recordaba la casita en que habían vivido solos, el uno para el otro, durante tantos meses, en medio de las desnudas lomas.

Prolepsis o anticipación. La originada desde el relato primario hacia delante en el tiempo (flash-forward). Se aprecia en la obra Cien años de soledad de Gabriel García Márquez:

Años después, en su lecho de agonía, Aureliano Segundo había de recordar la lluviosa tarde de junio en que entró en el dormitorio a conocer a su primer hijo. Aunque era lánguido y llorón, sin ningún rasgo de un Buendía, no tuvo que pensar dos veces para ponerle nombre.

Y también en esta frase que pertenece a otra novela del mismo autor, Crónica de una muerte anunciada:

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó…

Para cerrar este tema, nos quedamos con la opinión del escritor, Miguel Delibes, sobre la adaptación de la literatura al cine:

Adaptar al cine, convertir en una película de extensión normal una novela de paginación normal obliga inevitablemente a sintetizar, porque la imagen es incapaz de absorber la riqueza de vida y matices que el narrador ha puesto en su libro […] Susan Sontag, aparte del problema en la extensión, ve en el fenómeno de adaptación de una novela al cine la cuestión, para ella insoluble, de que el filme asuma la calidad literaria del libro, problema que, para mí, deja de serlo desde el momento en que de lo que se trata es de contar la misma historia mediante un instrumento distinto, esto es, la calidad literaria sería sustituida en el cine por la calidad plástica, cosa que no siempre sucede, pero es a lo que aspira.”

 

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