Ray Bradbury. Consejos para jóvenes escritores
Categoría (Consejos para escritores, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 15-08-2015
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Se cumplen ahora 60 años de la aparición en castellano de “Crónicas marcianas” (Minotuaro, 1955), primer libro escrito por Ray Bradbrury (1920-2012) y publicado por primera vez en 1950 bajo el título “The Martian Chronicles”, una colección de relatos independientes que el autor había escrito con anterioridad para diferentes revistas, vinculados tan sólo por el contexto en que se desarrollan: la llegada del hombre a Marte y la colonización del planeta.
Es una buena ocasión para recordar la obra de este autor norteamericano, conocido como escritor de ciencia-ficción, aunque él se declaraba más escritor de fantasía, ya que sólo escribió una novela de ciencia-ficción “Fahrenheit 451” (1953), en la que presenta un mundo “contrautópico” en el que los bomberos queman libros cuando la temperatura llega a los 451º F (233º C).
Bradbury fue un verdadero autodidacta que se graduó en la biblioteca, enseñándose a sí mismo. Rodeado de la obra de los grandes genios de la literatura mundial, allí encontró la inspiración y nunca tuvo que pedir más consejo. En cambio, él nos ha legado un importante y extenso repertorio de frases ingeniosas que revelan el talento que almacenaba y su perspicacia para predecir las consecuencias que el progreso y la técnica iban a ocasionar al género humano.
“Zen en el arte de escribir” es un compendio de 11 ensayos que recurren al mismo motivo: “escribir es una celebración, no una pesada tarea”. No se detiene en explicar las minucias del oficio, sino que habla de la fiebre, el ardor y la dicha de escribir: “Si uno escribe sin garra, sin entusiasmo, sin amor, sin divertirse, únicamente es escritor a medias. Significa que tiene un ojo tan ocupado en el mercado comercial, o una oreja tan puesta en los círculos de vanguardia, que no está siendo uno mismo. Ni siquiera se conoce. Pues el primer deber de un escritor es la efusión: ser una criatura de fiebres y arrebatos. Sin ese vigor, lo mismo daría que cosechase melocotones o cavara zanjas; Dios sabe que viviría más sano”.
En el año 2001, leyó el discurso inaugural del Simposio de escritores, organizado por la Universidad de Loma Point Nazareno (California), en el que expuso algunos consejos para aquellos jóvenes que aspiraban a ser escritores y explicó lo que él entendía por “escritura higiénica”. A partir de esa charla, Colin Marshall de “Open Culture” sintetizó los 12 consejos que ofrecemos a continuación, traducidos tal y como aparecen en el blog de Literautas.com:
1.- No empieces escribiendo novelas. Llevan demasiado tiempo. Comienza tu escritura con relatos cortos, al menos uno a la semana. Dedica un año a hacerlo; Ray dice que es imposible escribir 52 malas historias seguidas. Él esperó hasta tener 30 años antes de escribir su primera novela, Fahrenheit 451. “Valió la pena la espera, ¿verdad?”
2.- Puedes amarlos, pero no puedes ser ellos. Ten en cuenta que, inevitablemente, consciente o inconscientemente, intentarás imitar a tus escritores favoritos, del mismo modo que él intentó imitar a H.G. Wells, Jules Verne, Arthur Conan Doyle o L. Frank Baum.
3.- Examina los cuentos de “calidad”. Bradbury sugiere Roald Dahl, Guy de Maupassant, o los menos conocidos Nigel Kneale y John Collier. Sin embargo, el material de hoy en día del New Yorker no le parece recomendable, ya que le parece que sus historias no contienen metáforas.
4.- Amuebla tu cabeza. Ray Bradbury sugiere un curso de lectura a la hora de dormir: un cuento, un poema (pero de Pope, Shakespeare o Frost, no “basura” moderna), y un ensayo. Estos ensayos deben provenir de diversidad de campos, incluidas la arqueología, zoología, biología, políticas y literatura. Tras mil noches, estarás lleno de cosas!
5.- Aléjate de los amigos que no creen en ti. ¿Se meten con tus ambiciones de escritura? Despídelos sin demora.
6.- Vive en la biblioteca. Ray no fue a la universidad, pero sus insaciables ansias de lectura le permitieron graduarse en la biblioteca a los 28 años.
7.- Enamórate de películas. Preferiblemente de las antiguas.
8.- Disfruta escribiendo. Ray nos comenta que escribir no es un negocio serio. Si escribir una historia empieza a parecerse a un trabajo, apártala y empieza otra que no lo sea.
9.- No planees ganar dinero. Ray y su mujer, quien “juró voto de pobreza al casarse con él”, tuvieron 37 golpes con el coche antes de poder permitirse comprar uno nuevo.
10.- Anota diez cosas que ames y diez cosas que odies. Luego escribe sobre ellas. Haz lo mismo con tus miedos.
11.- Escribe cualquier cosa vieja que te venga a la cabeza. Ray recomienda la asociación de palabras para romper cualquier bloqueo creativo.
- Recuerda que, con la escritura, lo que estás buscando es que una persona venga y te diga: “te quiero por lo que haces”. O, en su defecto, estás buscando alguien que aparezca y te diga: “No estás tan loco como la gente dice.”