La distribución de un libro (1)
Categoría (General, Marketing para vender libros, Publicar un libro) por Manu de Ordoñana el 18-12-2010
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Ya tienes en tu casa los 500 ejemplares del libro que has publicado por tu cuenta. ¿Y ahora qué? Vamos a analizar las posibilidades que existen para vender esas 300 unidades que necesitas para cubrir la inversión que has realizado, bien entendido que estamos hablando de libro en papel. Dejaremos el libro digital o e-book para un próximo artículo.
Cadenas de distribución. Existen cadenas de distribución de ámbito local o regional que quizá admitan que dejes en depósito una determinada cantidad de libros para que ellos los coloquen en sus tiendas. Tú impones el precio de venta al público y ellos se quedan con el 40-50% de la facturación, en función de si van a hacer o no de almacenistas. Cada cierto tiempo ─quizá una vez al año─, hay que hacer un recuento de existencias y liquidar los ejemplares vendidos. Para ello, tienes que haberte dado de alta en licencia fiscal como editor y hacer una factura oficial aplicando un IVA del 4%.
Puedes intentar también conectar con cadenas de distribución de ámbito estatal ─tipo FNAC o Casa del Libro─, pero es difícil que acepten distribuir la obra de un autor desconocido.
Grandes superficies. Tarea inútil. Las grandes superficies ─tipo Eroski, Carrefour─ trabajan con las grandes cadenas de distribución y no quieren proveedores pequeños. Están en otra dimensión. No pierdas el tiempo.
Librerías. Algunas sólo reciben libros de las distribuidoras y no quieren tratar directamente con el autor o con editores pequeños. Otras están agrupadas y se suministran a través de centrales de compra, con las que resulta difícil contactar. Lo mejor es dirigirse directamente a las librerías independientes y a las pequeñas tiendas de barrio que venden periódicos, quioscos de prensa, estancos y similares.
La mayoría de estos establecimientos no tienen inconveniente en poner tu libro a la venta. Tendrás que dejarles unos cuantos ejemplares ─para empezar, cinco es una cifra razonable─ y ofrecerles un descuento de 25-30%. Claro que tendrás que llevarlos tú personalmente y luego acudir cada cierto tiempo para ver cómo van las ventas. Cuando se agotan, cobras el importe correspondiente y repones otros tantos. Este es un sistema que da un cierto resultado. El problema es que los puntos de venta están atomizados y tu capacidad de gestión es limitada.