Microrrelato. Hasta siempre, Vladimir
Categoría (General, Taller literario) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 10-09-2024
Tags : lenguaje-específico, sinécdoque-escopeta, ternura-historia-breve
Hasta siempre, Vladimir. Quince años juntos y ahora nos tenemos que separar. En cuanto acabe este cigarrito, cerramos nuestras vidas. Para qué seguir. A ti te han diagnosticado cáncer de viejo y a mí de pulmón. ¿Te acuerdas cuando levantaste 105 codornices y matamos 99, o cuando cruzamos dos términos tras un bando de ocho perdices y no bajamos ni una, o cuando te pasaste toda la noche encima de la chaqueta que había perdido en un camino? No me mires así, Vladi. Saco los dos cartuchos y lo dejamos para mañana.
Jaime De Nepas (Relatos en cadena, Cadena Ser)
Cuánta ternura desprende esta brevísima historia. El secreto está en lo que esconden las palabras. Al comenzar a leer, el lector se imagina a dos amigos despidiéndose al final de sus vidas. Pero según va avanzando la lectura se van perfilando mejor los personajes. El lenguaje va siendo cada vez más específico, hasta que nos damos cuenta de que son dos cazadores.
El narrador protagonista dialoga con el otro personaje, Vladimir, rememora todo lo que han compartido, la mutua compañía que se han hecho y, casualidades de la vida, la coincidencia en la misma enfermedad letal. De ahí que haya decidido un mismo final para los dos, que haya preferido no continuar y que esté preparado para utilizar lo que siempre les ha acompañado: los cartuchos —sinécdoque de la escopeta—.
Es entonces cuando el narrador, en una extensa interrogación en la que nos describe sus logros de caza y sus mejores momentos vividos, aporta uno de esos datos con los que el lector cae en la cuenta de lo que esconde el minicuento: uno de ellos es un cazador muy especial, cuya mirada sincera y leal, que habla sin hablar, logra un final feliz y esperanzador para la historia.