El declive de la lectura y sus causas
Categoría (El libro y la lectura, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 24-03-2015
Tags : cierre-librerias, crear-lectores, facturación-industria-editorial, futuro-industria-cultural, recuperar-valor-libro, tejido-de-librerias
El mercado editorial español ha vuelto a tener un comportamiento negativo en 2014. Las ventas realizadas por las librerías independientes asociadas a CEGAL ─que representan el 45% del total de los libros vendidos en España─ han bajado un 6’5% con respecto a 2103, con lo cual la caída supera el 40% desde que empezó la crisis en el año 2008. El futuro de la primera industria cultural del país es incierto y muchas empresas están en riesgo de extinción.
Cada día se cierran 2 librerías, sobre todo, las más pequeñas, ya que las grandes tienen más recursos para sobrevivir. Y aunque también se abren algunas ─226 el año pasado, frente a 912 que cerraron─, las que sobreviven lo consiguen porque se aprietan el cinturón… o hasta que a su propietario le llegue la hora de jubilarse.
Este fenómeno no afecta solamente a España, sino a la mayoría de los países llamados “ricos”. Por el contrario, en los países emergentes, el mercado del libro aumenta año tras año, al surgir una clase media con más recursos económicos que demanda libros para la educación y para el entretenimiento. El cuadro siguiente recoge el volumen de facturación de la industria editorial en los 10 primeros mercados del mundo, según el informe realizado por la IPA (Asociación Internacional de Editores) para el año 2013:
El primer país exportador de libros es Reino Unido ─aunque sus ventas al exterior en 2013 descendieron un 4% con respecto a 2012─, no sólo porque su mercado natural se extiende a todos los territorios de habla inglesa, sino porque cada vez existe más público que utiliza el inglés como segunda lengua. El segundo es Estados Unidos, con un incremento global del 7,2% (63% en el libro digital y 1,4% en el libro en papel). Y el tercer puesto lo sigue ocupando España, con un descenso del 5% en América Latina, que no ha podido ascender en el mercado norteamericano, a pesar de los esfuerzos realizados por las editoriales para atraer a los más de 50 millones de hispanohablantes que residen en su territorio.
Para intentar cambiar esta tendencia, la Federación de Gremios de Editores de España va a proponer al Gobierno un “Plan Integral para el Fomento del Libro y la Lectura”, con el fin de que “la sociedad tome conciencia del valor del libro como centro del conocimiento, la cultura y el ocio, estrechamente vinculados a la educación y al progreso humano”.
En un artículo aparecido en El País el 5 de febrero de 2015 bajo el título “Los editores españoles lanzan un SOS”, su autor, Winston Manrique Sabogal, ofrece unos datos que justifican la preocupación de una industria que, si fue boyante hace unas décadas, no ha sabido reconvertirse a tiempo y se asoma hoy a un abismo al que no debe precipitarse. Como dijo Daniel Fernández, nuevo presidente de la FGEE: “Si no defendemos el territorio en el que somos líderes, estamos condenados a ser colonizados cultural e ideológicamente”.
Se culpa a la crisis económica, se culpa a las nuevas tecnologías, se culpa a la competencia del libro digital ─que sólo representa el 3,7% de las ventas totales─, se culpa a la piratería. Es verdad que cerca del 90% del consumo cultural “online” en España es ilegal, pero su impacto en el mundo del libro es mucho más bajo. Se estima en 100 millones de euros el lucro cesante por efecto de la piratería, focalizado en la descarga de “bestsellers”. El informe de “El Observatorio de la Piratería 2014” ha contabilizado 335 millones de descargas ilícitas, cuyo valor hubiera incrementado en un 12% los ingresos del sector.
Las verdaderas causas del declive habría que buscarlas en otros parajes. En primer lugar, la industria editorial menospreció la irrupción de Amazon y el resto de tiendas digitales, por lo que reaccionó mal y tarde ante un modelo que reducía los costes de intermediación y ofrecía un servicio de entrega rápido y eficaz. Y en lugar de apoyar a su aliado tradicional ─el librero de toda la vida─, lo que ha hecho es abandonarlo, para aliarse con las grandes cadenas de distribución o lanzarse a la captura del lector y venderle el libro directamente. ¿Es posible aún regenerar ese tejido de librerías o estamos ya abocados a vivir en ciudades sin ellas?
En segundo lugar, la industria editorial nunca se ha preocupado de educar al ciudadano español en la práctica de la lectura. Ha pensado más en vender libros que en crear lectores. En las últimas décadas, nadie se ha acordado de formar a las nuevas generaciones en el valor de la cultura, del saber como instrumento para buscar la verdad… y encontrar la libertad. Nadie se ha interesado en inyectar a los jóvenes el hábito de leer, de inculcarles ese respeto a los libros ─incluso veneración─ que yo he percibido en mis mayores cuando era niño.
El 54’6% de españoles no lee nunca o casi nunca, revela la encuesta realizada en diciembre de 2014 por el CIS (pregunta 17). Estamos a la cola de Europa en hábito de lectura, tal y como refleja el cuadro siguiente elaborado a partir del informe “Special Eurobarometer 399” tras una encuesta realizada por la Comisión Europea en los países miembros de la Unión Europea en 2013, a la pregunta: “En los últimos 12 meses, ¿cuántas veces ha leído usted un libro”.
Este “Plan Integral para el Fomento del Libro y la Lectura” que se va a presentar al Gobierno pretende ─entre otras cosas─ recuperar el valor del libro como agente de progreso y mejorar la comprensión lectora de nuestros estudiantes… y también de nuestros docentes. El futuro de un país depende de la educación que reciban los jóvenes, pero ¿cree alguien que los dirigentes están por la labor? Los recortes presupuestarios que han adoptado no van en esa dirección y, cada vez, queda menos tiempo para rectificar. Si hay algo que debe preocupar a la ciudadanía es la escasa preocupación que manifiestan los políticos para planificar el largo plazo.
Creo que no se lee porque no hay una buena iniciación en la lectura. Esta es vista como un trabajo, y no como un placer o una fuente de conocimientos. La lectura exige esfuerzo, como escuchar música clásica; y, por desgracia, vivimos en un mundo en el que no se premia el esfuerzo sino lo inmediato. Y se habla mucho de la lectura; pero podríamos plantear la pregunta desde otro punto de vista: ¿cuántas personas, en nuestro país, han visto la representación de una obra teatral de Cervantes, Benito Pérez Galdós, Lope de Vega o Calderón la Barca? Como mucho habrán visto alguna obra en su época de estudiantes, y en montajes más bien flojos. Leer, por otra parte, no es cuestión de piratería o de las nuevas tecnologías: hay libros muy baratos, ediciones descatalogadas que se pueden conseguir por muy bajo precio, y hay bibliotecas públicas. El problema es que no hay lectores, cosa que, no nos engañemos, no es nueva: siempre se ha leído poco, unas veces porque no se sabía leer y otras porque falta, quizás, la noción de esfuerzo. Y de placer: la cultura no es algo aburrido. No hay más que leer al Arcipreste de Hita, a Lope de Vega o a Cervantes. Pero, claro, acercarse a ellos exige, lo mismo que subir al pico de una montaña, un cierto entrenamiento. Y los dioses no dan nada sin esfuerzo ni constancia.
Creo que se cierran las librerias en la Argentina,ya que comprarlo sale caro y si uno escribe las editoriales piden mucha plata. Si bien mi 1er.libro todavia no lo edite POESIAS DE PILU(MARIA DEL PILAR FLORES SORROCHE), por una cuestion de costo.l
Una de las causas para abandonar la lectura es el exceso de entretenimiento que hoy tienen las personas como por ejemplo la televisión, el celular, el internet, las fiestas, las amistades, la bulla dentro y fuera de casa, las mascotas. Entonces, para recuperar el buen hábíto se requiere de silencio, algo de soledad, espacios más amplios y con buena ventilación e iluminación. Saludos amigos
Esta preocupacion atañe también a América Latina. Venezuela ha impulsado la lectura de manera efectiva mediante ediciones de bajo costo y ferias permanentes en las plazas que atraen a los jóvenes y a sus padres. Es fundamental que el libro llegue a casa. Ahí esta la clave de todo. España puede impulsar un proceso similar apoyado en concursos de creatividad con la escritura y la promoción del libro de manera directa con el público. Esto motiva la compra de títulos.
No creo que se pueda decir que se está leyendo menos sin tener estadísticas serias. Las estadísticas de más arriba lo único que habla es de los libros que se han vendido. Quzás ahora se lea más que nunca. Cientos de millones de personas con acceso a Internet leen constantemente cuestiones que le interesan. También descargan los miles de libros que están en la red gratuitamente. Si fuera posible medir todos los tipos de lectura quizás nos asombraríamos de que ahora se lee muchas veces más que hace veinte años. Por otra parte, la industria editorial española, no ve con simpatía la revolución editorial que está sucediendo, y el no sumarse a ella, o hacerlo con reticencia, se paga.
Cuando lea y reflexione sobre lo que dices en tu artículo, posiblemente te vuelva a escribir. Ahora lo hago sin haberlo leído. Y lo hago sin haberlo leído porque creo que tú y yo estamos tocando la misma tecla. En 1999 organicé la Asociación Latinoamericana de Escritores Cristianos para buscar talentos en bruto y ayudarles a pulirse para terminar siendo escritores. A lo largo de estos años, hemos visto la realidad de nuestros paisanos hispanohblantes. Y en esta realidad hay de todo. Y hemos visto cómo esfuerzos editoriales –algunos nacidos gracias al ambiente favorable que logramos establecer para el desarrollo de la novela cristiana– se han ido apagando de la misma forma como se consume una vela que medio alumbra. Para mí, el problema número uno que tenemos en América Latina (para no meterme con España) es que nuestra gente no lee. Desde los líderes hasta los niños de kinder. Nosotros en ALEC –ilusionados por nuestro entusiasmo– intentamos crear escritores de gente que no lee. Fatal. Ahora, desde 2014, estamos trabajando con los niños, a ver si podemos inducir en ellos el amor por los libros y la lectura. Lo hacemos inspirados en el eslogan: Si hacemos de un niño un lector, lo sera para toda la vida.
Gracias por el material que entregan, felicidades
Muy interesante este articulo. Gracias por su esfuerzo en publicarlo. Les agradezco su informacion.
Hola Manu
De mis contactos con maestros y profesores tanto de la escuela primaria como secundaria, de donde realmente siempre se espera la esperanza de un país que lea más, es cambiante, ya que la en la Ciudad de Buenos Aires, pese a sus bolsones casi enormes de villas de emergencia, hay una gran preocupación para que el libro mantenga su lugar. A través de muchos eventos de distintas magnitudes donde el protagonista es el lector y la incentivación a leer. en El GBA es más complejo, muchas dificultades y es donde más escuelas hay y por ende, donde mas deserción se tiene. Buenos Aires adentro, muchas ciudades tienen excelentes docentes y muchos niños y jóvenes muy dedicados. Te cito por ejemplo, Coronel Suárez, prácticamente la cuna de la Historieta. Hay un incentivo fantástico y que sirve de puente para la lectura y la apertura a la Literatura.
Este articulo voy a pasarlo a gente de Cultura de CABA y de los contactos que tengo en Buenos Aires adentro.
Estimando Manu, un gran abrazo y muchas gracias por compartir este interesante material, el que ya, lo estoy cargando en mi portal.
Coincido con tu propuesta. Vivimos un periodo de transición entre el papel y la Internet con mayor dramatismo que el paso del pergamino al papel o del escriba a la imprenta. En mi país: Argentina, los jóvenes no solo casi no leen sino que no comprenden el texto. Los planes docentes se han quedado en el tiempo y hoy un niño con un teléfono móvil con Google pueden tener más información que un plan docente. Creo que lo que hay que rescatar es la interacción entre humanos: Maestro-alumnado, Libro- librero. Este es nuestro desafío. Mi gobierno (muy corrupto) no comprende lo que es la educación a pesar de que destina casi el 6% del PBI y cada vez hay más chicos «ni-ni» que ni trabajan ni estudian. En América de Sur, la cultura entra vía México, nosotros, los autores, estamos muy preocupados, mucho más si las editoriales españolas entran en crisis. Acá lo poco que se hace viene influenciada desde la Madre Patria, si ustedes están mal, nosotros estamos en el horno..
En Ecuador también hay muy poca gente que lee y los jóvenes estudiantes no quieren leer y cuando lo hacen es por la obligación de prepararse para un examen. Los lectores cada vez son menos y los escritores también; porque el Estado descuida el desarrollo cultural. Aquí uno tiene que pagar la impresión de un libro y ver cómo lo vende o lo que es más fácil, a quién lo regala; las librerías quieren obtener mayor beneficio que el autor y si es nuevo, no le paran zona. En estas circunstancias, los Ministerios de educación de nuestros países deben fomentar la lectura en al educación ofreciéndoles buenos libros y estimular la creación literaria en los maestros que han sido siempre los escritores más fecundos; no obstante, los docentes tienen que permanecer encerrados ocho horas en escuelas y colegios sin las condiciones para hacer los trabajos escolares, mucho menos para prooducir. Este encierro es la tambua de la imaginación y creatividad, del docente también.
La causa del muy reducido número de lectores comienza en el hogar paterno, pues los padres no le enseñan a sus hijos que el leer es algo vital que, además de divertir, si está bien escrito, enseña muchos otros valores, sobre todo el valor de pensar, que es lo que diferencia de resto de los animales. Después de ese fallo inicial ya entran muchos otros elementos con los suyo: los gobiernos, la industria editorial, el consumismo (el libro no se adecuada él), incluso, los autores que escriben más para vender que para la buena calidad literaria. Y no digamos las editoriales. En definitiva: ¿qué se puede pedir en un mundo donde impera el fútbol, el engaño político, en un mundo en el cual, mientras unos unos, teniendo como arma la estafa se enriquecen a más no poder, otros se empobrecen has morir de hambre (muchos niños en el mal llamado tercer mundo.
Es probable que hoy se lea (y se escriba) más que en ningún otro momento de nuestra civilización (pensemos sólo lo que representa Internet en este sentido). Otra cosa es la calidad de lo que se lee y su significado cultural. Como se sabe las crisis revientan siempre al sector cultural, y el libro (que hoy intenta abrirse paso en medio de la frivolidad de un mundo de juegos tecnológicos, casi todos de pésimo contenido) lleva la peor parte. Para entender bien la situación del libro en España de la crisis económica y los cinco millones de parados, tendríamos que entender cuál es su papel en este contexto, y preguntarnos si cumple su cometido. Pero también tendríamos que analizar cuál es el de la educación y, en general, el de la cultura. Que al gobierno actual le importa bastante poco el destino de la cultura es ese IVA del 21% diseñado para ella nada más y nada menos que por el ministro del ramo. Con este botón de muestra qué podemos esperar del resto de las instituciones.
El mundo de hoy, digitalizado, globalizado y globalizante, repudia las lecturas farragosas, Twuiters ha cambiado dicha realidad.
Creo que el éxito es saber adelantarse a los tiempos, estableciendo lazos también con quién está frente a ti , sobre todo si detectas su potencial. Quedarse atrás, significa eso, que vas a menos. Visión a futuro es lo que creo hay que hacer y pactos, si la situación lo requiere. Mirar al libro en su amplio espectro. Abril el abanico y no cerrarse a nada.
En el estado español los bajos índices de lectura tienen mucho que ver con la nula predisposición de los gobiernos (y los políticos con poder a su servicio). Después de 40 años de dictadura en los que nos aborregaban en una primera etapa (que no conocí) con el hambre y después con el fútbol, se instauró una pseudodemocracia (para algunos democracia) en la que primó el pelotazo sobre el trabajo/educación/cultura (Mario Conde, De la Rosa…. como ejemplos) y nunca se educó desde instancia alguna para la lectura. En la etapa actual, la mayoría de los políticos están más pendientes de su imagen y de ponerse zancadillas entre ellos que de servir al pueblo, y uno de esos servicios sería el preocuparse por la cultura como bien necesario y no como parche. Resulta curioso, por ejemplo, cómo y hasta qué punto se critica a Venezuela por el talante político de su gobierno (tan poco democrático en el peor de los casos como el español), pero se omite el que ese mismo gobierno haya conseguido sacar a su nación del listado de pueblos analfabetos. Al parecer eso no vende. Las nuevas generaciones quieren leer más que las viciadas que estamos de vuelta, pero con la falta de estabilidad en el trabajo, con los sueldos totalmente desmoralizadores, con las presiones para conciliar su vida laboral ¿pueden relajarse lo suficiente como acomodarse en un sofá y abrir un libro en vez de dejarse llevar por un programa de evasión en la tele o un juego de ordenador? Tesitura; satisfacer a los políticos que les quieren atontados (me refiero solo a los jóvenes, porque nosotros ya no tenemos arreglo) o contar los días que tendrán que malvivir hasta llegar a final de mes. Y, después de los políticos venimos muchos de los padres como artífices en negativo para que muchos de los hijos lean poco y mal.
Yo creo que falta un factor fundamental en este análisis: el precio de los libros.
En España los libros son mucho más caros que en los países anglosajones o en Alemania. ¿Por qué? Por un lado tenemos una legislación que impide rebajar el precio de un libro más de un 5%, pero por otro lado, el PVP de salida es muy elevado, No puede ser que una novela cueste 28 euros en tapa dura y 18 en tapa blanda. Yo creo que ahí tenemos la explicación de la piratería en España y de la reducción del consumo. Que bajen los precios y veremos como suben las ventas.
Muy interesante esta información, sobre todo por la preocupación manifiesta de los Españoles. Lo importante es que están intentando hacer algo a favor de incrementar el habito a la lectura, y aún cuando son uno de los países con menos lectores en Europa, están en un buen nivel. Es envidiable esa estadística que incluye a E.U. Es triste saber que México está lejos de ese mundo; por desgracia así seguiremos, ni gobernantes ni gobernados estamos en vías de reaccionar hacia ese hábito. En comparación seguimos siendo algo similar a un mono, simio o chango… es triste.
En Sevilla, como no podía ser de otra manera, está ocurriendo lo mismo, hay pequeñas librerías de barrio que han cerrado y en el centro aguantan las cadenas de librerías pero pasando por problemas, ya que cada día venden menos.
Desgraciadamente, como usted manifiesta en su artículo, no hay campañas de concienciación para que desde niños se comience a disfrutar de la lectura. Muchos niños lo ven como un castigo, cuando la lectura, también es un placer. Los que nos dedicamos a la docencia, ponemos nuestro granito de arena para inculcarles a los alumnos —tanto adultos como jóvenes y pequeños—, el hábito de la lectura. No debemos rendirnos, pero se echa en falta esfuerzo por parte de nuestros representantes políticos en materia de Educación y Cultura. Y por supuesto de las editoriales, que tampoco he visto en los medios de comunicación ninguna campaña impulsada por ellas.
Por otra parte los libros son muy caros en España, y con la crisis, los sueldos bajísimos, y los contratos cada vez más precarios, y con menos horas. Antes muchos lectores, se podían permitir el gusto de comprar libros más a menudo, pero hoy, la verdad que aunque uno quiera, desgraciadamente no se puede. Esperemos que la industria editorial se dé cuenta, cuide a los libreros, que son los que nos informan, asesoran, y los que acude uno cuando necesita información de primera mano.
De todas formas, no hay que perder la esperanza y fomentar la lectura. Yo cada vez que tengo que regalar algo, casi siempre me decanto por un libro, informándome antes de los gustos de a quien voy a regalárselo.
Un saludo a todos los que compartimos este entrañable foro dirigido por Manu de Ordañana.
Desde Sevilla:
Salvador
Tus escritos, querido amigo Manu, me parecen siempre muy interesantes; los leo con agrado y suelo reflexionar sobre su contenido
Respecto a éste artículo, hago la siguiente pregunta: ¿No es posible que una de las causas del descenso en la compra de libros sea la creación de bibliotecas públicas que hacen una excelente labor de préstamo de libros?
Hablo desde Euskadi, desconozco si en otros lugares ocurre lo mismo
Estimado Sr. Ordoñez:
Saludos cordiales. Encontré su artículo muy interesante. Es posible que se deba a la mala economia y a la llegada al mercado de los e-books.
En lo personal, he escrito dos libros y no he logrado que sean aceptados por una casa editora de renombre. Además, tampoco he logrado obtener los servicios de un agente literario. Así que he optado por mercadearlos por mi cuenta. Para eso debo tener un Website.
Le agradezco mucho que haya compartido ese tipo de material de lectura tan valioso.
En cualquier asunto que pueda ayudarle, me lo deja saber. Confiemos en que no sea tan grave el asunto.
INTERESANTE VUESTRA INFORMACION. QUIZÁS EL FACTOR PRECIO ES ALGO DIFICIL DE SUPERAR ESPECIALMENTE POR EL PUBLICO INTELECTUAL QUE, POR LO GENERAL TIENE POCO PODER ADQUISITIVO.
iNTERNET LE HA HECHO UN FLACO FAVOR ASI COMO LOS MULTIPLES JUEGOS TECNOLOGICOS.
ESPEREMOS QUE SURJA DE NUEVO EL AMOR POR OLER, TOCAR Y LEER LOS LIBROS Y QUERERLOS EN NUESTRAS BIBLIOTECAS COMO HIJOS.
SABINA GRISOLIA
Interesante el informe y tristísimo. Como escritor, primero, y como padre, luego, trato de inculcar en mi familia el hábito por la lectura. No creo demasiado en los planes de gobierno como medio de cambios en dichos hábitos. Pienso que es en lo privado desde donde se debe iniciar para luego fomentarlo en los gobiernos. En Argentina tampoco se leen libros en la proporción de lo que se edita (pareciera que hubiese más escritores que lectores) y eso siempre será así. Estamos ante un nuevo mundo editorial y ante nuevas maneras de leer y debemos aceptarlo. Es poco lo que se lee, es cierto, pero siempre lo ha sido. Aquellos que mantenemos el buen hábito por la lectura nos vemos sorprendidos de que muchos adultos ni siquiera abrieron un libro en los últimos diez años. Igualmente seguiremos escribiendo. Grata y dura profesión.
Buena información en cuanto a lectura y venta de libros por el mundo. España no se libra del poco hábito a la lectura. En mi generación creo que no nos han preparado para ello y eso es motivo de la poca afición. Yo ahora que estoy jubilada hace poco, me doy cuenta de lo bueno y agradable que es leer. Permite sentarte en un banco en un parque y pasar largo tiempo leyendo al tiempo que se oye el canto de los pájaros, permite relajarte y disfrutar sentada en la playa con una pequeña lectura. Permite tantas cosas… pero hay que tener disposición porque tiempo se saca un rato, cada día puede ser un poco más. Animo a los padres jóvenes a que lean con sus hijos todos los días un poco y también que vean en ellos su ejemplo de afición a la lectura.
! Qué mejor tiempo pasado que una buena lectura!
Bueno, creo que hay que interpretar este estudio con cuidado. No tiene en cuenta el factor libro electrónico y otros soportes de lectura. Se lee mucho en dispositivos electrónicos y pantallas… por tanto, según creo, lo que ha descendido es la venta de libros impresos, pero es difícil cuantificar cuánto se lee. Personalmente, creo que se lee más que nunca. Lo que siento de corazón es la desaparición de las librerías… y la actitud falsa del gobierno, que promueve unas cosas de cara a la galería y perjudica la venta de libros con sus políticas económicas. Muy curioso el dato de los países emergentes. Gracias por el post, un saludo…
Eugenio OLrellana ha dado en el clavo, HAY MUCHOS, MUCHO ESCRITORES, lo que no es malo, sólo que mientras escriben, sus eventuales lectores están en otra. EMPECEMOS CON LOS NIÑOS, ESTIMULOS, LIBROS DE BAJO COSTO, CONCURSOS,DIÁLOGOS, VISITAS A COLEGIOS, ETC., NO JHAY QUE QUEDARSE EN ESTE OSCURANTISMO MEDIEVAL, DEBE VENR EL RENACIMIENTO, MÁS TEM,PRANO QUE TARDE, COMO DIJO ALLENDE,. JUAN ZUCHEL MATAMALA,.
Pienso que si se dejara leer en los Colegios los libros que eligieran los alumnos, …..»otro gallo cantaría».. A veces les obligan a leer unos libros que son impropios de sus edades.. (Aunque sean de grandes nombres de la literatura).. Que elijan ellos los libros y nos sorprendería que y cuanto leen. La lectura no tiene que suponer esfuerzo.. todo lo contrarío. Por eso hay que buscar los libros apropiados para cada uno. Todos no podemos leer lo mismo.
[…] el artículo aparecido hace un mes en este mismo blog, ya apuntábamos algunas de las causas que explican este declive. Y hacíamos referencia al proyecto que los editores han presentado al Gobierno para fomentar la […]
[…] varias las causas que explican el declive de la lectura en España. Una de ellas es el cambio de hábitos del público hacia otras formas de entretenimiento; otras […]