El futuro de las pensiones
Categoría (Cultura y democracia, General, La fiscalidad del escritor) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 29-02-2016
Tags : aportaciones-percepciones-pensionistas, cuentas-estado-saneadas, hucha-pensiones-agotada, pension-jubilación-escritores, ruina-seguridad-social, sistema-actual-pensiones-insostenible
El mundo de la cultura anda un tanto “revueltillo” desde que la Inspección de la Seguridad Social ha empezado a investigar las declaraciones fiscales de los artistas y creadores jubilados. Es sabido que algunos de ellos cobran una pensión de jubilación y, al mismo tiempo, reciben una remuneración en concepto de “derechos de autor”, lo cual sólo es posible si los ingresos obtenidos por tal concepto son inferiores al SMI (salario mínimo interprofesional), que actualmente es de 9.172,80 euros anuales, tal y como establece el decreto ley 5/2013.
La disposición entró en vigor el 17 de marzo de 2013, ya que, hasta esa fecha, las dos percepciones eran compatibles sin ninguna limitación. Ahora, si un ciudadano de más de 65 años quiere seguir ejerciendo su profesión ―no sólo la de escritor―, lo puede hacer, pero ha de renunciar previamente a la mitad de la pensión que le corresponde y darse de alta en la Seguridad Social cotizando un 8% como “cuota de solidaridad” y un 1,35% para cubrir la contingencia de accidente laboral. Y si no la hace, perderá su pensión de todo un año, cada vez que perciba por cualquier concepto unos ingresos superiores al SMI.
La norma se aplica no sólo a los escritores profesionales que cobran regularmente sus “derechos de autor”. También perdería su pensión el jubilado que decide escribir un cuento―el sueño de su vida que no ha podido realizar hasta ese momento―, lo presenta a un concurso literario dotado con 10.000 euros y lo gana. ¿No es eso un castigo excesivo para quien ha cumplido la edad legal de jubilación y ha cotizado durante los 40 años de su vida laboral?
Uno podría entender que el Gobierno esté preocupado: las cuentas no salen, el sistema de pensiones es insostenible y el sistema fiscal actual es incapaz de financiar el estado de bienestar al que nos han acostumbrado. Veamos por qué:
1.- Los pensionistas reciben más de lo que aportan. Según un informe interno elaborado en 2013 por técnicos de la Seguridad Social, los pensionistas reciben cuatro veces (entre 2,5 y 7 veces) más de lo que han aportado a lo largo de su vida laboral. Este enorme déficit que se ha ido acumulando a lo largo de los últimos veinte años explica la situación de ruina en que se encuentra la Seguridad Social.
Es cierto que, hasta la fecha, muy pocos trabajadores han cotizado más de cuarenta años. Por otra parte, como la pensión se calcula sobre la base de cotización de los quince últimos años, ha sido práctica habitual cotizar por el mínimo hasta llegar a la edad de 50 años. Las cosas han mejorado algo, pero todavía se sigue haciendo, ya que la ley lo permite.
Los números muchas veces ayudan a entender los conceptos. Por eso hemos realizado unos cálculos sencillos para conocer la tasa de cobertura que tiene el Fondo de Pensiones la Seguridad Social para afrontar sus compromisos de jubilación sobre dos casos extremos. El primero se refiere a un licenciado que empieza a trabajar en 2016 con 25 años, que se jubilará a los 67 y que cotizará por el máximo durante 42 años. El segundo se refiere a un ama de casa que a los 52 años empieza a trabajar en 2016, hasta los 67 y va a cotizar por el mínimo durante 15 años.
En ambos casos, se ha supuesto que la inflación es CERO para todo el periodo. Tomando como base la esperanza de vida que estima el Instituto Nacional de Estadística, se ha confeccionado una tabla para cada caso con cuatro tipos de revalorización media anual del capital por encima de la inflación, desde 0% a 2%. Los resultados son concluyentes y se podría asegurar que, en su conjunto, las necesidades financieras estarían cercanas al doble de los recursos disponibles.
2.- La solidaridad intergeneracional ha quedado anticuada. El régimen público de pensiones en España funciona sobre la base de que las prestaciones que reciben los pensionistas se obtienen de las cotizaciones de los trabajadores en activo. Este sistema de reparto está basado en el principio de solidaridad intergeneracional y su sostenibilidad depende de la proporción entre el número de trabajadores activos y el de personas que reciben una pensión. La fórmula tuvo su razón de ser en el momento en que se implantó, allá por los años 60 del siglo XX, cuando no existía fondo alguno y la factura era reducida. Pero ahora ya no sirve, cuando esa proporción ha pasado de cuatro a finales de los años setenta a dos en la actualidad.
Si este índice es ya preocupante, el futuro es imposible. Aunque el Instituto Nacional de Estadística estima que, hacia el año 2050, esa proporción se habrá reducido a uno y medio, otros expertos creen que tan sólo habrá un trabajador afiliado por cada pensionista, debido a la evolución demográfica (la población mayor de 65 años pasará del 18,2% en 2014 al 24,9% en 2025 y al 38,7% en 2064) y al nulo crecimiento ―o muy pequeño― de la población activa.
3.- El fondo de reserva se agotará en 2018. La Seguridad Social destinará este año 119.000 millones de euros a pagar las pensiones de jubilación contributivas ―aquéllas que derivan de haber cotizado al menos durante quince años―. Esta cantidad supone un 85% de su presupuesto total y, a su vez, un crecimiento del 2,83% respecto al año anterior. Lejos de frenarse, esta tendencia se prolongará en el tiempo, debido a tres causas: esperanza de vida más larga; aumento del número de beneficiarios (a un ritmo del 1% anual, al que habrá que añadir la generación del baby-boom que comenzará a jubilarse a partir de 2020) y mayor cuantía de la pensión (entre 2011-2015, la pensión media ha superado en más de 6 puntos la variación del IPC).
Este dinero se paga con las cotizaciones que realizan los ciudadanos que hoy trabajan. Pero como no alcanza, el Estado ha de financiar la diferencia. Esa diferencia ha sido de 13.000 millones de euros en 2015 y, como ya hemos visto, seguirá creciendo en los años venideros, hasta que alcance valores inasumibles. El Fondo de Reserva apenas dispone de 32.485 euros al cierre de diciembre de 2015 ―la mitad que en 2011―, justo para atender los compromisos de tres meses. Se estima que se agotará en 2018, con lo cual el Estado se verá obligado a cubrir el déficit en su totalidad.
¿Cuánto dinero necesitaría ese Fondo de Reserva para atender las necesidades que va a tener la Seguridad Social en el futuro, sin echar mano de los ingresos que ahora recibe? Probablemente más de 1,5 billones de euros, una suma fantástica equivalente al PIB español de año y medio. Si al menos las cuentas del Estado estuvieran saneadas, se podría destinar parte del presupuesto. Pero no; los ingresos no alcanzan a cubrir los gastos ― el déficit presupuestario cerró 2015 con un déficit del 4,5% sobre el PIB ― y no es posible endeudarse más, ya que la deuda pública está por las nubes.
Si a estos 119.000 millones de euros que cuestan sólo las pensiones contributivas, se añaden los 70.000 que cuesta la Sanidad Pública, la factura sería más o menos equivalente a la suma de todos los ingresos que recibe por vía tributaria, sin contar, claro está, las cotizaciones a la Seguridad Social que, en buen lógica, tendrían que guardarse para devolver a los afiliados el capital invertido cuando les llegue la hora de la jubilación. Su presupuesto se destinaría íntegramente a financiar estas dos partidas y no le quedaría dinero ni para pagar a sus funcionarios.
4.- La pensión de jubilación es un derecho, no una dádiva
A la largo de su vida laboral, el trabajador está obligado a abonar todos los meses a la Seguridad Social una parte de su salario bruto hasta alcanzar la edad de jubilación, con el fin de crear un fondo ―la caja única― que servirá para pagarle una pensión vitalicia cuando decida retirarse. Es pues un dinero suyo, que le pertenece, y que el Estado está obligado a devolver. Es una renta de capital de carácter inalienable que le pertenece y no una donación graciosa del Estado, como muchos todavía creen.
Y si el Estado se ha equivocado en los cálculos y ha prometido cosas imposibles de cumplir, es un problema suyo y tendrá que afrontar las consecuencias. Pero, si no dispone de recursos, ¿cómo va a hacerlo? Al final, nos dirán que el Estado somos todos y que entre todos tenemos que pagar la deuda. Pues que lo digan cuanto antes, para que lo bola no siga creciendo.
Pero no; el Gobierno no se da por enterado, sino todo lo contrario. Tanto el programa de ayudas a la contratación (Decreto-Ley 4/2013) y la tarifa plana para los autónomos (Decreto-Ley 31/2015, aprobada tres meses antes de las elecciones generales) han reducido los ingresos en más de 1.600 millones de euros, con lo cual el déficit de la Seguridad Social seguirá creciendo en los años venideros. ¿Qué derecho tiene un partido a dictar leyes que merman el patrimonio de un fondo que no le pertenece? ¿No tendrá alguna responsabilidad penal al hacerlo?
El modelo actual de pensiones es insostenible y quizá no tenga ya salida. A pesar de la gravedad del asunto, nadie parece estar preocupado. Y las pocas voces sensatas que se han alzado a denunciar el fiasco han sido acusadas de alarmistas y reaccionarias. Como le ha ocurrido al gobernador del Banco de España, Luis María Linde, tras afirmar que “El sistema público no va a garantizar el nivel de las pensiones. No decirlo es ocultar la realidad a los españoles”. ¡Qué país Miquelarena!
Es necesario y urgente que los ladrones institucionalizados devuelvan íntegro lo robado.
Manu, Ana y Ane, Gracias por su aporte al bien de los jubilados. Es una realidad yo diría mundial. Es un saco que aprovechan el mismo estado, o mejor dicho, los funcionario que manipulan las finanzas de los retiros. Existen otras variantes para buscar dinero extra de los trabajadores, como son las aportaciones adicionales aliviadas con una parte del pago de los impuestos obligatorio para todos. En esta cuenta cuando hay ganancias no te enteras, solamente es de nuestro conocimiento cuando hay perdidas, y desde luego los encargado del asunto no pierden en ningún caso. El mundo tiene que evolucionar a un sistema mas justo en la distribución de las riquezas creadas por los trabajadores.
Muy buen artículo que refleja la realidad de la situación actual. Esta situación no se arregla solo con la devolución de «lo robado» como han dicho en otro comentario sino con medidas activas. Estoy de acuerdo en el principio de solidaridad intergeneracional pero ya esta bien de abusos. Creo que entre esas medidas habria que cambiar el actual sistema de reparto por uno de capitalización individualizada que hiciera mas responsable a cada ciudadano y le concienciara para el futuro, por supuesto con ayudas para todas las personas que no hubieran podido contribuir -por circunstancias personales- todos los años que se requieren actualmente. Además, habria que acabar con las prejubilaciones antes de los 65 años que todavia siguen ocupando titulares. Si te vas a casa con 58 años, y si de media vas a vivir hasta los 82 años, vas a vivir 24 años chupando del bote?
En fin, un articulo que da para reflexionar y mucho…
Estimados Manu y participantes de este entrañable y utilísimo foro:
Tenemos un gran problema, aunque muchos no quieran verlo. Pero —gracias a Dios—, tiene solución. Lo que pasa es que algunos se quieren forrar negociando con los planes de jubilación privados. Si hubiese voluntad, no habría el más mínimo problema en solucionarlo y además rápidamente. ¡Qué pronto han rescatado a entidades bancarias privadas! Pues lo mismo que lo han hecho, podrían solucionar el tema de las pensiones: simplemente con voluntad y ganas de hacerlo. Pero, qué va, tenemos una clase política que lucha por los privilegiados, olvidándose de los más necesitados. No hay más que escuchar a los responsables de Cáritas para ver que la desigualdad entre ricos y pobres es cada vez mayor, y que el número de ricos se ha incrementado con la crisis —creo que en un 40%—. Sin embargo, se meten con los escritores y creadores que están jubilados para fastidiarlos por no decir una palabra más fuerte.
Otra cosa que no arreglan y que podían arreglar es el tema de la impunidad política. Si quisieran nuestros legisladores, crearían leyes efectivas para ello, para que el que lo haga lo pague. Es cuestión de voluntad, pero ellos no van a legislar contra sí mismos.
No me quiero extender más. Que de una vez por todas dejen a los escritores, artistas, creadores, tranquilos y que se ocupen de resolver los problemas, no de agravarlos.
Desde Sevilla, un cordial saludo a todos.
¿Qué se plantea como solución?, el sistema chileno en donde se hace capitalización personal y se pensiona más o menos con el 40 % del sueldo activo?, esto ocasiona que el jubilado tiene una pésima calidad de vida. DIOS ES BIEN INJUSTO: cuando la mujer deja de tener hijos y no cumple aquello de PARIRAS CON DOLOR y el hombre deja de producir: TE GANARAS EL PAN CON EL SUDOR DE TU FRENTE, dios lo castiga y empiezan sus sufrimientos, DIOS ES BIEN INJUSTO, yo diría: Mariconcito…con cariño; dr. juan Zuchel matamala.
Muchas gracias al Cabildo Insular de Tenerife. Parece que empiezan a comprender que es una normativa absurda la que prohíbe compatibilizar el cobro de la pensión, con la actividad de seguir creando, propia de personas que tienen algo interesante que publicar, sea de la índole que sea, sobre todo relacionado con la cultura. Te envío un enlace para que contemples una noticia positiva respecto a los artistas y creadores jubilados. Es solo el principio.
https://eldia.es/agencias/8562114-CAN-CABILDO-TENERIFE-Cabildo-pide-compatibilidad-artistas-reciban-pension-sigan-creando
¿Donde está escrito que las pensiones se han de surtir única y exclusivamente de las cotizaciones?. Hay una cosa que llaman presupuestos generales del estado. El problema es que las cotizaciones son la disculpa para devaluarlas y promover los planes privados para que los amigos de los gobernantes conservadores se lleven, una vez más, una parte suculenta de la tarta.
Un problema sin solución no es un problema, sino una desgracia. En este caso la consecuencia inevitable de un sistema inadecuado a las circunstancias actuales, sin que se hayan tomado medidas. Una desgracia a repartir entre todos los españoles, conforme a criterios, aún por determinar que en cualquier caso causarán daños a la convivencia por la pérdida de las expectativas económicas. Veremos qué pasa con las prejubilaciones, las pensiones doradas y blindadas de los políticos y ciertos ejecutivos, etc…
Para mi humilde opinion deberia ser independiente,ya que la profesion que uno tenga,no tiene nada que ver con la de escritor y DERECHO DE AUTOR,lo que pasa hay intereses en las editoriales,de las cuales no conviene pagarle al autor.
En la Argentina no hay debate al respecto,con respecto a la jubilacion que uno tenga.
Y la verdad que es algo muy preocupante para mi humilde opinion.
Un saludo y muchas gracias a los autores por divulgar las hazañas de nuestros representantes.
Cuando se habla de «mejor reparto de la riqueza» se me vienen a la cabeza aquellos bandidos «buenos» que robaban a los ricos para dar a los pobres.
Ahora es al contrario: El gobierno le quita por decreto ley al pobre trabajador lo poco que tiene para dárselo a los ricos, así que no hay que ser muy espabilado para adivinar a dónde van a parar nuestras cotizaciones para la jubilación.
Esto justifica también el silencio y la despreocupación de los responsables, ya que a ellos eso no les incumbe, al estar su jubilación asegurada. Además, si publicaran a los cuatro vientos que el pago de las cuotas no garantiza la pensión… ¿Quién cotizaría?
El problema está en la desproporción entre los sueldos y los precios. Nos tendríamos que empezar a preguntar a dónde va a parar la diferencia.
Existe una plataforma llamada HazteOir.org que está peleando mucho por las injusticias. Dirigirse a ella y exponerle nuestro problema con la aplicación el Decreto Ley 572013.
Unámosnos todos.
Suerte y un abrazo.
JRLorca.
Nada de extraño tiene la fiscalización, sea para aplicar mas impuestos o para retirar a jubilación.
Lo cierto es que los profesionales del mundo artístico al retirarse deben de ingeniárselas para no dejarle sus ganancias, esfuerzo de años de sudor, para que el estado se quede con todo, siempre es esa la ultima finalidad al recaudar impuestos, fiscalizaciones, revisión de pensiones.
Debería de revisarse ventas, ofertas, ganancias, se garantizaría equilibrio al momento de las consideraciones sobre el porcentaje correcto de las pensiones, relación entre los sobre la tarifa sin llegar a convertirse en enemigos.