Microrrelatos. Amor 77

Categoría (General, Taller literario) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 10-01-2025

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Y después de hacer todo lo que hacen se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son (Julio Cortázar).

Este cuento pertenece a Un tal Lucas (1979), un libro en el que Cortázar intercaló diversos relatos con cavilaciones y situaciones de su vida diaria bajo un alter ego: Lucas.

“Amor 77” es un microrrelato que necesita de un lector activo que lea entre líneas. El argumento parece fácil: la historia de amor de una pareja con una vida rutinaria. Ahora bien, si releemos nos encontramos con fragmentos con doble sentido que son los que hay que interpretar para entender el alcance del cuento.

Empecemos por el título. Tenemos el sustantivo abstracto “amor” al lado de un número, el 7 y, además, por duplicado. Pero no estamos ante cualquier número. Si nos atenemos a su valor, sabemos que en la tradición cristiana ―aparece más de 350 veces en el Antiguo Testamento y más de 50 en el Nuevo― se le adjudica un valor sagrado que refleja la totalidad, la perfección divina. Pues bien, este número tan perfecto se presenta, como ya hemos dicho, repetido; el amor en esta historia se da entre dos personas que sienten lo mismo, un amor total y perfecto hacia el otro, un amor tan igual como si de almas gemelas se tratara, dos sietes que podrían reflejar quizás ¿dos personas del mismo sexo?

Profundicemos ahora en la primera parte de la oración: “Y después de hacer todo lo que hacen se bañan, se entalcan…”. Mediante una oración in medias res, encabezada por la conjunción copulativa “y” ―indicativo de una posible estructura circular del texto―, se nos indican dos tipos de acciones: las que se realizan en la intimidad y que son solo de dos, privadas y particulares, y las que se realizan a la luz del mundo y que conforman las rutinas del ser humano en general. Esto último está muy bien marcado por la enumeración de acciones en sintagmas idénticos, lo que imprime ritmo rápido y machacón al texto, además de monotonía. El hecho de salir al mundo y llevar a cabo estas últimas acciones rutinarias nos conduce al tramo final de la historia “… y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son”.

En definitiva, esta historia ¿no nos habla de que nuestras costumbres diarias dentro del mundo en el que vivimos, a pesar de ser las más características del género humano, son las que menos autenticidad nos proporcionan?, y ¿de que la importancia de ser uno mismo, de conectar emocionalmente y de forma espontánea y libre en nuestras relaciones, es lo que puede salvarnos de la deshumanización?

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