Cómo reescribir. Parte segunda
Categoría (General, Taller literario) por Ana Merino y Ane Mayoz el 04-05-2017
Tags : ajustar-lenguaje, mantener-cadencia-rumbo, pulso-narrativo, relato-armonía-ritmo
Primero escribimos, luego dejamos el material en reposo un tiempo y entonces lo revisamos con el fin de establecer las bases de la reescritura. Para llevar a cabo una atenta corrección, habrá que realizar una lectura delatora, donde se tendrán en cuenta las zonas confusas, las detenciones molestas, los saltos inexplicables, las reiteraciones innecesarias, la falta de coherencia…
“La tarea de reescritura es apasionante y se puede comparar con la del carpintero, que corta, pule, encola…”
(Juan José Millás).
Es fundamental subdividir la revisión en una serie de pasos básicos:
1) Efectuar una lectura completa, sin detenernos. Se trata de constatar si está desarrollada la idea y de captar qué efecto nos provoca la lectura.
2) Reconocer el orden y las diferentes partes en que está articulada la historia: secuencias, espacios narrativos, interconexiones temporales…
3) Explorar los detalles mínimos y, si fuera necesario, ampliarlos para captarlos mejor.
4) Vincular los detalles con el conjunto.
Para conseguirlo conviene ajustar el lenguaje al máximo, elegir palabras y articularlas en un conjunto coherente. Después sería adecuado comprobar si la elección ha sido acertada y el conjunto resulta significativo.
El principal esfuerzo que sería necesario exigirnos es que nuestro relato fluya sin perder la cadencia ni el rumbo. El pulso narrativo no debe fallar en ningún momento. Cada paso debe estar ligado al primero y tender hacia el último. Armonía entre todos sus elementos y un ritmo que no decaiga son las condiciones básicas de un relato.
Ese reposo en el que dejamos la primera versión de los textos parece milagroso, sobre todo si hay una noche por medio. Quizás nosotros nos hayamos convertido ya en una persona distinta, pero relatos que habíamos dejado como redondos y niquelados, a veces no sabemos por dónde cogerlos. ¡Qué poco fiables somos!
José Mari, no se puede explicar mejor. Muy ilustrativo. Gracias por tu comentario.
José Mari, acabas de tranquilizarme… ese que me miraba, insistentemente, desde el espejo, mientras me afeitaba esta mañana inmerso en un mar de dudas…, sigo siendo yo (quizá persona literaria retocada por el pensamiento inconsciente del sueño).
De acuerdo con lo que dices y ni te cuento si en vez de una hay más noches de por medio.
Muy buenos los comemtarios, para los que empesamos es el consejo del que sabe lo que lo lleva a hilar , eslazar las continuaciones de una idea con otra. gracias