Schnitzler y el monólogo interior

Categora (El libro y la lectura, El mundo del libro, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 26-09-2021

Tags : , , , , ,

“¡Qué calor hace! Pero ¿todavía no se acaba? Tengo unas ganas de salir al aire libre. Me voy a pasear un poco por el Ring… Hoy tengo que irme pronto a la cama, para estar mañana en forma. ¡Qué extraño, qué poco me preocupa! ¡Es que me da lo mismo! No es que tuviera miedo, pero un poco nervioso sí que estaba la noche anterior…”

Estas frases pertenecen al primer monólogo interior de la lengua alemana: El teniente Gustl (1900), el cual precede a numerosos experimentos análogos en la literatura moderna. Arthur Schnitzler (1862-1931) fue un autor —cuentista, dramaturgo y novelista— cuya obra fue exitosa y escandalosa al sacar a la luz las debilidades humanas de la sociedad austriaca. Read the rest of this entry »

Narrador interno. Monólogo

Categora (General, Taller literario) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 05-05-2023

Tags : , , , ,

“Uno se ve en el espejo y se tutea incluso con confianza, el espejo no tiene marco, ni comienza ni acaba, o sí, sí tiene un marco primoroso dorado con paciencia y panes de oro pero la luna no es de buena calidad y la imagen que devuelve enseña las facciones amargas y desencajadas, pálidas y como de haber dormido mal, a lo mejor lo que sucede es que devuelve la atónita faz de un muerto todavía enmascarada con la careta del miedo a la muerte, es probable que tú estés muerto y no lo sepas, los muertos también ignoran que lo están, ignoran absolutamente todo. Se hace examen de conciencia y nada se aclara, no, tú no eres Napoleón Bonaparte, tampoco el rey Cirilo de Inglaterra al que asesinaron sus cortesanos metiéndole plomo derretido por el trasero igual que a un mono maricón, tú eres un piernas, un pobre hombre con la sesera llena de ideas gregarias, de ideas redentoras y que no conducen a lado alguno, para ser héroe hay que ser más humilde y sobre todo no saberlo, aquí todo se mueve a escala menor, en tu cabeza y fuera de tu cabeza, aquí todo es más doméstico y cotidiano, los héroes son muy domésticos y cotidianos hasta que un día sin que nadie pueda explicárselo, pasan a la historia y hartan a las familias, sí, a las familias, ¿te acuerdas de la gripe del 18, que diezmó las familias?, el recuerdo de la gripe del 18 (de la pérdida de Cuba de la semana trágica de Barcelona, de la huelga del 17, del desastre de Anual, de la dictadura de Primo de Rivera, del vuelo del Plus Ultra, del 14 de abril, de la revolución de Asturias) es el refugio de los presuntuosos hombres sin historia, tan fieros y ruines como los presuntuosos hombres con historia, tú te encaras con el problema y claro es no lo resuelves. El cuerpo de Inmaculada Múgica huele a rancio, el verdadero nombre de Inmaculada Múgica es Magdalena, no tiene apellido, tú crees que te despierta el olor, te duelen las piernas, el pecho y la cabeza pero también estás a gusto, vagamente a gusto, acariciándote el sexo con la mano, la alcoba huele a agrio, a seroformo y a café frío, los olores son todos buenos y malos al tiempo, les pasa como a los sonidos, en la taza de café agoniza una mosca, al principio aletea con violencia y…” 

San Camilo 36. Camilo José Cela Read the rest of this entry »

Ulises. Un libro que es todos los libros

Categora (El libro y la lectura, El mundo del libro, El oficio de escribir, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 25-01-2024

Tags : , , , , ,

Hay libros en los que cabe la totalidad de la experiencia humana; libros cuya lectura nos explica lo que somos; libros en los que caben todos los libros, los que ya están escritos y los que están por escribir; libros que cuando se cruzan en nuestro camino cambian el curso de nuestra vida; libros que expulsan al lector de sus dominios, que incluso no permiten su entrada debido a su dificultad y libros cuyos lectores afirman, de manera enfática, adorar sin haberlos leído.

El libro que reúne todas estas características es la obra cumbre de James Joyce, el Ulises(1922). Nuestro propósito—como una de esas proposiciones ineludibles que nos hacemos a comienzos de año— es que sea leído, o releído. Y por una sencilla razón: quien lo lee escribe de otra manera. Para que lo logres te proponemos una ayuda.

Esta ayuda viene de la mano del escritor Eduardo Lago (Madrid, 1954); publicó un manual de instrucciones que muestra, capítulo a capítulo, las claves necesarias para ir descifrando la novela: Todos somos Leopold Bloom. Razones para (no) leer el Ulises (2022). Desde que a los diecisiete años lo leyó, Lago siente la necesidad de regresar constantemente al libro porque, como creador, ve en él un gigantesco e inagotable inventario de recursos y porque cree que quien se acerca a él no puede seguir escribiendo como lo hacía hasta entonces.

Desde su lejana publicación se sigue viendo como un libro sumamente novedoso. Además de mantener intacta su frescura, se considera que es la novela más importante jamás escrita en lengua inglesa. Como obra de ficción, marca un antes y un después en la historia de la novela. El escritor T.S. Eliot la describió como una “proeza insuperable” y añadió: “Considero que este libro es la expresión más importante que ha encontrado nuestra época; es un libro con el que todos estamos en deuda, y del que ninguno de nosotros puede escapar”. La profesora Flavia Pittella resalta que es un gigantesco manifiesto sobre la condición humana. Y el crítico Rodolfo Biscia lo definió como una “enciclopedia cabal de trucos narrativos y estilísticos”. Read the rest of this entry »

Tiempo narrativo. Segunda parte

Categora (General, Taller literario) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 10-07-2023

Tags : , , , ,

Aquí tenemos dos ejemplos más para ahondar en el tema del tiempo, un elemento fundamental dentro del entramado narrativo y que no debe ser elegido al azar porque está directamente relacionado con el punto de vista y la estructura de nuestra historia.

Ejemplo 1

La necesidad era tan grande que al abrir la puerta ni siquiera me sorprendieron los cinco grados bajo cero que aquella noche se habían instalado en el callejón trasero del pub. Mi cuerpo había estado meneándose a ritmo frenético de “ska”, lo que más molaba en esa temporada. Los últimos botes que di no le sentaron demasiado bien a mi vejiga. Estaba a punto de rebosar su capacidad de aguante, cuando me envió un serio aviso humedeciendo mi entrepierna. No era cuestión de perder el tiempo en la cola que, a todas horas, se formaba frente a los servicios, y donde siempre te encontrabas al mismo grupo de tías pijas cuchicheando sobre los últimos ligues o sobre el último grito en moda.
Me instalé detrás de aquellos grandes cubos de basura que acumulaban, sobre todo, cientos de botellas vacías de cerveza y licores de toda clase y color. Con las bragas bajo mis rodillas, aquel chorro amarillo y humeante salía como una cascada desbordada. ¡Qué liberación!, pensé suspirando hondamente. Pero de pronto, un extraño ruido me sobresaltó. Alguien caminaba con paso lento y torpe hacia mí. En el silencio del oscuro callejón podía, incluso, oír su respiración. Un escalofrío largo y seco recorrió todo mi cuerpo, y los cinco bajo cero me parecieron, ahora, veinte bajo cero. En cuestión de décimas de segundo, el sobresalto dio paso al miedo y éste al terror, cuando por el estrecho hueco que se abría entre los cubos de basura, atisbé, plantados como rocas, dos enormes pies embutidos en dos gruesas y grandes botas. Read the rest of this entry »

Narrador interno: protagonista

Categora (General, Taller literario) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 05-03-2023

Tags :

Ejemplo 1

“Entré en la comisaría todavía con las rodillas de gelatina. Tropecé con el paragüero, con el cenicero y con el policía de guardia. Acostumbrado como estaba a las entradas en escena un tanto desairadas, me catalogó rápidamente:
—Señora, ¿ha perdido usted las gafas o la han atracado? Se lo pregunto porque, en el primer caso, debe ir a “objetos perdidos” y, en el segundo, al despachito de enfrente.
Me costó articular la respuesta:
 —Me han atracado, y vengo a poner la correspondiente denuncia.
Sus facciones se suavizaron. Yo era más víctima que una persona que sólo hubiese perdido las gafas. Me acompañó a un cuartito, donde un funcionario, con aspecto aburrido, ordenaba papeles.
—Comisario Martínez, aquí la señora para denunciar un atraco. —Martínez me señaló, con un ademán, un silloncito frente a su mesa y me animó a comenzar:
—Tranquila, señora, cuente las cosas lo más ordenadamente posible y no se apresure. Yo tomaré nota.
Suspiré profundamente y arranqué:
—Pues verá usted, iba yo a la compra como todas las mañanas. Al lado del supermercado hay un callejón casi desierto, que suelo tomar para acortar distancia. Allí, tras un gran cubo de basura, estaba el atracador. Era un chico joven, delgado, muy moreno y con pelo muy largo.
—¿Color de ojos? —preguntó Martínez.
—Negros, creo. Bueno, a lo mejor azules. O verdes.
—Déjelo, señora. ¿Altura aproximada?
—Era muy alto —dije yo— y, al ser tan delgado, parecía más largo todavía. ¿O era bajito…?
—Ha dicho joven. ¿De qué edad diría usted?
—Unos dieciocho a veinte años, o… treinta. Más de cincuenta no, desde luego.
—¿Puede describir su cara con más detalle?
Respiré un poco más calmada, y me concentré en una especie de retrato-robot: ojos oscuros, pómulos salientes, pelo largo y liso, nariz afilada, boca ancha y de labios finos… No estaba muy segura. Empecé a desdecirme.”
“Un atraco”, Tere Maset (alumna del Taller de Escritura Read the rest of this entry »

Cuando la bella durmiente despertó…

Categora (El libro y la lectura, El mundo del libro, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 26-10-2022

Tags : , , , , ,

Audio

  …su príncipe ¿azul?, todavía (¡horror!), seguía ahí.

Con este guiño a Augusto Monterroso queremos tratar un tema que nos llama la atención: la cantidad de versiones de ese cuento de hadas que se han escrito y por qué precisamente de ese y no de otros, también muy conocidos. ¡Pero cuánto juego ha dado La bella durmiente, si hay hasta una enfermedad con ese nombre! (Síndrome de Kleine-Levin).

Estoy hasta el gorro de que todos cuenten la historia de mi vida, tan cansada que me echaría a dormir durante unos cientos de años más si no fuera porque antes quiero escribir este libro para aclarar ciertos aspectos y cobrar, si es posible, derechos de autor. Con esta retranca, comienza la versión tan actual de Lola Moral y Sergio García. Ana María Matute también quiso aportar su granito de arena y en El verdadero final de la Bella Durmiente nos deja claro el tono de su narración: “La Princesa nunca más sería tan cándida, ni el Príncipe tan Azul, ni los niños tan ignorantes e indefensos”. En otras ocasiones, podemos encontrar puntos de vista a partir del cual seguir la historia: ¿qué habría pasado si la Bella no se hubiera despertado?, ¿sería posible evitar que se cumpliera la tradición?... Read the rest of this entry »

Joyce. Sobre la escritura

Categora (El libro y la lectura, El oficio de escribir, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 26-02-2022

Tags : , , , , ,

James Joyce (Dublín, 1882-Zurich, 1941) es uno de los grandes escritores del siglo XX, representante destacado de la corriente literaria de vanguardia conocida como modernismo anglosajón. Aunque pasó la mayor parte de su vida adulta fuera de Irlanda, sus novelas se desarrollan en su ciudad natal. Casi todas son de carácter autobiográfico y en ellas, con una minuciosa atención a los detalles, muestra cómo trasladar el proceso de pensamiento a la palabra escrita, haciendo que su literatura sea a la vez realista y simbólica, subjetiva y objetiva, personal y universal.

Su obra maestra, el Ulises —publicada por primera vez ahora hace cien años— es una de las obras más influyentes de la literatura universal, por su particular retrato de la naturaleza humana, la maestría en el uso del lenguaje y la aplicación de técnicas narrativas diferentes en cada capítulo. Una de ellas es el monólogo interior, cuyo inventor fue Èdouard Dujardin, aunque Joyce lo desarrolló hasta sus máximas consecuencias. Consiste en dejar que los pensamientos de los personajes fluyan sin ningún control externo, como ocurre en el capítulo final de la novela, en el que Molly Bloom divaga en ocho frases larguísimas que carecen por completo de puntuación. Read the rest of this entry »

Las leyendas de Bécquer

Categora (El libro y la lectura, El mundo del libro, Estafeta literaria, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 26-07-2021

Tags : , , , , , ,

Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y
desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía,
esperando en silencio que el arte los vista de la palabra para 
poderse presentar decentes en la escena del mundo.
Rimas y Leyendas

Una de las características que preconizaba el movimiento literario del Romanticismo en toda Europa, que duró desde 1770 hasta mediados del XIX, era su intento por recuperar lo autóctono, lo folklórico, lo genuino de cada zona. Cantar y contar sus valores nacionales era la forma de empoderarse que tenía el pueblo en aquella época en que gran cantidad de guerras asolaban Europa. Y todo ese material se encuentra en los romances, cuentos, tradiciones y en lo que a nosotros nos interesa: las leyendas.

El término hace acto de presencia en las lenguas vulgares occidentales (legende en francés, legenda en portugués, legend en inglés y legende en alemán) durante la Edad Media, aunque entonces se refería, especialmente, a las hagiografias que escribían los clérigos con finalidad moralizante. Es curioso cómo convivió con enxiemplo, conseja, patraña… si se trataba de cuentos y con la palabra historia si se hacía referencia a sucesos y acontecimientos del pasado histórico. Las de Bécquer tienen un poco de las dos. Read the rest of this entry »

Artificios literarios. Segunda parte

Categora (General, Taller literario) por Ana Merino y Ane Mayoz el 07-12-2019

Tags : , , ,

Al analizar el punto de vista interno, se dijo que era un narrador que interviene en la historia, que forma parte de ella y que, por lo tanto, utiliza la primera persona en el verbo. Esto quiere decir que es un personaje, además de narrador. Un caso era el del narrador protagonista, en el que el personaje principal del relato es quien cuenta lo que le sucede a él mismo.

Pues bien, dentro de este tipo de narrador, hay que tener en cuenta una técnica denominada monólogo interior. Consiste en que el personaje entrega el relato a vaivenes de la mente y desórdenes del pensamiento. Estos vaivenes aparecen sin presentación alguna. De esta forma, la conciencia del protagonista se muestra en pleno funcionamiento, desordenada, superponiendo unas ideas sobre otras. Gracias a esta técnica el lector tiene acceso a lo más íntimo del personaje, accede a sus experiencias emocionales expresadas por él mismo en el momento en que surgen en su mente. Fue concretamente el novelista francés Edouard Dujardin, su inventor en 1898, quien lo definió así: Read the rest of this entry »

Cómo escribir una novela negra

Categora (Consejos para escritores, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 14-05-2018

Tags : , , , ,

Mariano Sánchez Soler (Alicante, 2 de mayo de 1954) publicó en 2006 un artículo con ese título en la página web de la Biblioteca Virtual Universal, en el que explica los secretos que hay que saber para escribir una novela negra.

1.- La búsqueda de la verdad

Si el objetivo de cualquier aventura, de cualquier creación artística, es la búsqueda de la verdad (y si no, que se lo pregunten a Alonso Quijano), la novela negra es la expresión más nítida de esta indagación literaria. Su objeto narrativo nace de la necesidad de desvelar un hecho oculto/misterioso que nos mantiene sobre ascuas. A través de sus páginas, el autor se propone, además, desentrañar el impulso escondido que mueve a los personajes y que justifica la existencia del relato desde el principio al fin. Read the rest of this entry »

Página 1 de 212
https://serescritor.com/