Francisco Umbral. Artista de la palabra
Francisco Umbral demuestra que la gramática no es una colección de signos unívocos, sino alquimia, un artefacto mágico que nace de la imaginación.
Francisco Umbral demuestra que la gramática no es una colección de signos unívocos, sino alquimia, un artefacto mágico que nace de la imaginación.
Virginia Woolf es una de las figuras más destacadas de la literatura anglosajona del siglo XX y del feminismo internacional. Pese a su delicadeza, sensibilidad y limitado contacto con el mundo, fue una mujer libre, sincera y carente de miedo.
Las buenas novelas siempre tienen en su interior una pregunta cuya única respuesta válida es la búsqueda de la respuesta, que es en definitiva la propia novela.
Publicada en 1953, es una historia de gran poder sugestivo y lirismo extraordinario; una joyita, que supone un oasis dentro de la literatura de la época.
Miléna Jesenská (1896-1944) fue una excelente periodista que escribió para los periódicos más importantes de Praga en las décadas de 1920 y 1930. Ligada estrechamente al partido comunista, hizo campaña por la igualdad de las mujeres y fue contraria al régimen de Adolf Hitler. En noviembre de 1939, fue arrestada por la Gestapo y deportada al campo de concentración de Ravensbrück, donde murió el 17 de mayo de 1944. Monika Zgustova (Praga, 1957) ha publicado la biografía de esta interesante mujer, bajo el título Soy Milena de Praga (Galaxia Gutemberg, 2024).
En este libro, Jean-Paul Sartre analiza el papel del escritor en la sociedad y defiende el concepto de «escritura comprometida», frente al posicionamiento conformista de gran parte de los intelectuales franceses, tras el final de la Segunda Guerra Mundial.
“Kafkiano” es el adjetivo que utilizamos habitualmente para describir nuestra realidad cuando esta se nos muestra intolerable. pero al igual que los personajes de Kafka seguimos adelante como si nada.
“Preferiría no hacerlo”, fue la respuesta que dio Bartleby, el escribiente, a la petición de su jefe para que le ayudara a cotejar un texto con el original. Con esta famosa frase, el personaje de Melville propone “la inacción como rebeldía”.
Harold Bloom ha sido uno de los grandes críticos de la literatura occidental, tan lúcido e instruido, como caprichoso e indomable. Aunque se permite ciertas arbitrariedades y descuidos imperdonables, se le puede perdonar por la genialidad demostrado en toda su obra.
Ajustarse a la verdad de un hecho no es tan fácil parece. Nuestra percepción siempre resulta intoxicada por una determinada manera de pensar que, a su vez, tiene mucho que ver con el contexto social en el que nos movemos. El escritor Ryunosuke Akutagawa lo sabía muy bien cuando escribió “Rashomon” en 1915.