Microrrelato. La uña
Categoría (General, Taller literario) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 10-02-2025
Tags : fantástico-microrrelato, uña-adquirir-facultades-humanas
El cementerio está cerca. La uña del meñique derecho de Pedro Pérez, enterrado ayer, empezó a crecer tan pronto como colocaron la losa. Como el féretro era de mala calidad (pidieron el ataúd más barato) la garfa no tuvo dificultad para despuntar deslizándose hacia la pared de la casa. Allí serpenteó hasta la ventana del dormitorio, se metió entre el montante y la peana, resbaló por el suelo escondiéndose tras la cómoda hasta el recodo de la pared para seguir tras la mesilla de noche y subir por la orilla del cabecero de la cama. Casi de un salto atravesó la garganta de Lucía, que ni ¡ay! dijo, para tirarse hacia la de Miguel, traspasándola.
Fue lo menos que pudo hacer el difunto: también es cuerno la uña.
La uña y otras narraciones (1972), Max Aub
Este fantástico microrrelato nos deja helados justo en el momento en que comienza la última frase, que es la que nos saca una sonrisa y aporta luz para entender el cuento.
La base de la historia está en una creencia popular que consiste en que el pelo y las uñas son las partes del cuerpo que siguen creciendo después de haber muerto la persona. Aub coge este dato y se plantea lo que sirve de disparador de historias a muchos autores: ¿Qué pasaría si… una uña crece y crece y crece? En el título está el protagonismo que va a tener y una vez que lo leemos entendemos el absurdo, lo fantástico, del hecho de que una uña adquiera facultades humanas.
Fijémonos en la primera frase: “El cementerio está cerca”; un dato que contiene en sí un sentido tenebroso, oscuro y que además no es gratuito porque ayuda a dar verosimilitud a la historia: la uña crece “lo necesario” para llevar a cabo su plan. Lo siguiente es el nombre del protagonista, bastante corriente, por cierto, tanto el nombre como el apellido. El dato que viene a continuación es el del féretro: ni siquiera se han gastado dinero en una caja decente, lo que refuerza también el hecho de que al ser tan mala la madera, hasta una uña la puede traspasar. Y en su camino hacia no sabemos dónde, llega al dormitorio ―después de atravesar ventanas y paredes―, fin de ese viaje de la uña. Entonces nos encontramos con la frase final en la que de golpe se nos equipara la uña al cuerno, hecho este que da sentido a la historia: el difunto, ante la infidelidad de su esposa Lucía con Miguel, por fin lleva a cabo su venganza. Los traidores son atravesados por la uña ―la verdadera asesina de este cuento― en la cama matrimonial, y el narrador afirma con mucha sorna que ni un ¡ay! les dio tiempo a decir, de tan despreocupados como estaban.
La venganza se sirve en plato frío.
Un saludo.
Me chirría el («…pidieron el ataúd más barato…) el resto, genial. Otro título posible: Instrucciones para vengarse de…
Esto de los micros, además de ilustrativo, es divertido.
Muchas Gracias por echar una lanza en este nuestro blog favorito a favor de El Microrrelato ,no como literatura que este de moda y considerarlo Género Literario . A veces da lugar a un fino humor negro como el que despliega MAX AUB en LA UÑA , Muy gráfica , tal vez debido a su influencia cinematográfica. He de destacar la breve pero interesante reseña sobre su vida
Me quedo con :»….fue lo menos que pudo hacer el difunto: también es cuerno la uña» sencillamente
¡Genial!
ANA M., ANA M. y M.de ORDOÑANA mis más sinceras felicitaciones por fomentar este foro de opinión en el que brilla con respeto la libertad de expresión