Nueva novela de Espido Freire
Categoría (El mundo del libro, General) por Manu de Ordoñana el 20-01-2011
Tags : Cristina de Noruega, El libro y la lectura, escritores-noveles, Espido Freire, Felipe de Castilla, Haakon IV, mataburros, morir-de-pie, ordoñana, publicar un libro, rincón literario, ser escritor, taller-de-escritura
Noticia aparecido en ADN, con motivo de la publicación de La flor del Norte (Planeta), en la que la escritora bilbaína retrata a Cristina de Noruega:
«No sabemos cómo sonaba su voz. Sólo habla dos veces: cuando elige a Felipe como su marido y cuando le pide una iglesia para San Olav. Lo que más me ha fascinado es el proceso de crear esa voz». La voz de la que Espido Freire habla es la de la princesa Cristina de Noruega. Desconocida, misteriosa, nostálgica, «desconcertante» e infravalorada en su tiempo y por la historia. La escritora ganadora del Planeta en 1999 con Melocotones helados y columnista de ADN incurre en la novela histórica para darle vida en La flor del norte (Planeta), que presentó el miércoles en Covarrubias, donde descansa la princesa.
Cristina de Noruega, conocida como la extranjera, el regalo dorado o la pobre doña Cristina, fue la mujer del infante Felipe de Castilla (hermano de Alfonso X el Sabio) e hija del rey Haakon IV. Abandonó el mar, el frío y la nieve de su tierra para ir a Castilla. Aunque todo apuntaba a que sería reina «al final tuvo que conformarse con un segundón (uno de los hermanos del rey)», explicó Freire. Tras viajar por Inglaterra, Francia y Aragón para desposarse, se instaló en Sevilla. Sólo estuvo cuatro años porque murió en 1262 con 28 y bajo causas misteriosas. Se habla de nostalgia, enfermedad o envenenamiento.
Y hasta aquí los datos sobre Cristina, últimamente en boga editorial. «Cuando la descubro tenemos más o menos la misma edad y me fascinó que no se supiera nada de su vida», cuenta Espido Freire, quien se encontró con la princesa vikinga gracias a un recorte de un periódico de los años 70 que le envió un amigo a Noruega, donde se instaló tras ganar el Planeta.
Bibliografía relacionada con el tema:
«Cristina la princesa de Covarrubias». Einar Jenssen. Revista Historia 16 nº 95 (1.984).
Una capilla para la princesa vikinga. Ricardo Herren. Revista «La aventura de la Historia», nº 54 (2003)
He dejado recientemente alguna bibliografía sobre el tema como se puede comprobar en mi primera intervención. Pero consultando páginas de internet sobre Cristina de Noruega me encuentro con opiniones realmente mezquinas. Una de ellas de un tal “anónimo” califica de “lamentable” que unos escritores “copien” la idea de escribir sobre la princesa de Noruega, como si algún escritor tuviera la exclusiva de escribir sobre un personaje histórico y nadie más pudiera hacer lo mismo, pensamiento realmente retorcido. Es como si nadie pudiera escribir una novela sobre Julio César porque ya se han escrito muchas obras con este personaje como protagonista. ¡Absurdo!. Un tal Juan Arroyo Conde opina que el tema de escribir (hay que aclarar que él mismo ha escrito una novela basada en esta princesa) sobre Cristina de Noruega es ya un asunto “demasiado manoseado” y se define como “modesto escritor”. A este buen señor se le podría calificar de muchas cosas menos de “modesto”. No se debe de dar cuenta este individuo que la gente, sobre todo si puede tener más talento que él, puede escribir sobre el tema que le dé la gana y cuantas veces quiera sin tener que contar con el permiso de nada y de nadie que para eso existe plena libertad, y si él considera que tiene libertad de escribir lo que ha escrito de la idea de una nueva novela sobre Cristina de Noruega (en mi opinión poco elegante), en este caso por Espido Freire, yo también la tengo de hacer lo propio y además me alegro, particularmente, de no tener en mi trabajo a un “colega” de semejante calaña.
Ya que en otros foros no he podido dejar mi opinión (bastante moderada y sólo en defensa de la escritora Espido Freire) ni quién las ha creado, mi indignación por este motivo me ha llevado a exponerla aquí. Es un orgullo que contemos en un país, que lee poco y de tantos catetos, con una escritora de la talla de Espido Freire, algo que no pueden decir muchos.