Artificios literarios. Segunda parte
Al analizar el punto de vista interno, se dijo que era un narrador que interviene
Al analizar el punto de vista interno, se dijo que era un narrador que interviene
Para terminar este capítulo de figuras literarias, he aquí un puñado de recursos expresivos que sirven para crear imágenes y provocar sensaciones.
Las figuras de dicción afectan únicamente a la forma y a la pronunciación de las palabras. Se basan en la especial colocación de éstas y sus sonidos en la frase o en el verso.
La regla de oro de un relato erótico es sugerir. Lo que no se dice estimula la imaginación y la imaginación enriquece la fantasía
Existe la idea preconcebida de que la literatura erótica es siempre de baja calidad y eso no siempre es verdad. No importa si un libro es moral o inmoral; los libros están bien escritos o mal escritos (Oscar Wilde, en el prefacio de El retrato de Dorian Grey)
Un relato erótico lo es no por lo que dice o cuenta o explica, sino por lo que insinúa, es decir, por lo que calla y cómo lo calla.
Consejos de Raymond Chandler para escribir una novela policiaca.
En el cuento policiaco, la lucha fundamental es de inteligencias. La del delincuente, para realizar impunemente su delito, contra la del detective, que lucha por establecer el equilibrio y la justicia rotos.
El crimen cumple una doble finalidad en un cuento policiaco: sirve de línea argumental de la historia, que debe investigarse y resolverse a través de los entresijos y los giros de la trama, y actúa de esqueleto para el cuerpo de la historia que el escritor desea explicar.
En los cuentos de miedo se sugiere la idea de que por detrás de la realidad cotidiana existe otra regida por leyes desconocidas y a menudo irracionales. La narración se presenta en primera persona, de modo que el lector se identifica con el protagonista y asiste paso a paso a su descubrimiento del horror.